31. Reavivando emociones

Start from the beginning
                                    

...

Al príncipe le costó un poco llegar al hogar de Shad, pero finalmente, dejándose guiar por las confusas palabras del joven, pudo encontrarla.

Link se dio cuenta de que la casa en la que vivía era grande y acogedora, sin embargo, todo estaba desordenado y había varias botellas de licor desparramadas por el suelo. Shad estaba peor de lo que imaginaba.

Link ayudó al joven a sentarse en uno de los muebles de la sala. Luego de eso, empezaron a conversar.

- ¿No deseas beber algo? De esa forma me acompañas. – sugirió Shad.

- No, gracias. Y disculpa si me estoy metiendo en tu vida, pero no entiendo por qué estás bebiendo tanto. Sino es en la tasca, es aquí. Ya deja de hacer eso, vas a terminar por perder el juicio. – le dijo preocupado.

- ¿Juicio? Eso lo perdí desde el momento en el que dejé a mi novia por meterme con Ilia... Imagino conoces esa historia. – dijo con sarcasmo.

- Algo he escuchado... – dijo el príncipe.

Link notó que el alcohol estaba provocando que Shad se desinhiba, y por eso se dio cuenta de que pedirle ayuda de entrada no era una buena idea, pues el hombre estaba tan mal que no podía analizar nada. Decidió que lo mejor sería escucharlo.

- Mira, yo no soy quién para juzgarte, pero esas son solo las consecuencias de tus actos. Si en serio no amabas a la amiga de Zelda, no debiste haberla enamorado ni comprometido con ella, para al final abandonarla. La infidelidad es la más vil y sucia de las traiciones. – dijo serio.

- ¿Perdón? ¿Acaso conoces las circunstancias de mi infidelidad para que me digas todo esto? ¡Yo amaba a Ashei! Además, ¿quién eres tú para hablarme de amor? Según escuché los rumores en la ciudadela, te casaste con Zelda por pura obligación. Un matrimonio arreglado. – bramó enfurecido.

- Así fue al inicio... pero con el trato diario nos enamoramos. – afirmó Link con seguridad.

- ¿Ah sí? Ya veo... pues bien por ti, qué bueno que llia no logró separarlos, porque esa loca estaba detrás de ti.

Link se sintió incómodo al escuchar el mencionado nombre, pues este significaba el inicio de la infelicidad con su esposa.

- La verdad... sí logró hacerlo. – dijo, conteniendo la rabia.

Shad se alarmó en sobremanera al escuchar al príncipe, pues a pesar de que ya no tenía trato con Zelda, no deseaba que esté sufriendo.

- ¿Abandonaste a Zelda por irte con Ilia? – preguntó alarmado.

- ¡Claro que no! La verdad lo que ocurrió es una larga y complicada historia, pero Ilia provocó que Zelda crea que la había engañado con ella.

- Vaya... creí que te había embrujado como lo hizo conmigo.

- ¿Embrujado? – preguntó sorprendido.

Shad, sin dejar de beber, comenzó a reírse a carcajadas, recordando todas las que Ilia le hizo pasar.

- Sí, como lo oyes, ella buscó a una hechicera para hacer esos artilugios de amarre, y fue así que me obligó a dejar a mi novia.

- A ver, espera un momento. ¿Estás insinuando que ella te manipuló por medio de la magia?

- ¡Sí, eso es lo que quiero decir! Yo no quería dejar a Ashei, no lo deseaba por nada del mundo. Sé que mi historia es difícil de entender, pues muchos no creen en la magia, pero lo que te digo es cierto. – dijo a gritos.

- Yo... sí creo en la magia, conozco a una persona que sabe manejarla, así que lo que hablas no se me hace extraño, pero... ¿Cómo puedes estar tan seguro que Ilia te embrujó?

Almas unidasWhere stories live. Discover now