38. Firmes aclaraciones

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Mientras la imprudente princesa analizaba con vehemencia al Héroe Elegido por las Diosas, este se sentía intranquilo. Ya había tenido esa sensación incómoda en el pasado, pero en ese momento decidió dejarla de lado para saludar con una educada reverencia.

- Mucho gusto en conocerla, princesa Ruto. Mi nombre es Link.

- El gusto es mío, o más bien... es todo un placer conocerte, Link. – saludó con voz seductora.

El joven sonrío cordialmente ante la indirecta que le lanzó la princesa. Navi también se dispuso a saludar.

- ¡Princesa Ruto! No puedo creer que se trate de usted. Ha renacido más hermosa que en su vida pasada-

- ¡Vaya, qué sorpresa! Al igual que antes, el joven héroe tiene un hada, y por lo que veo ha renacido al igual que yo. Un gusto conocerte, pequeña.

- Navi, así me llamo. Yo no he renacido, soy la misma de antes y por eso la recuerdo.

- ¿Me recuerdas? Entonces has de recordar ciertos... asuntos.

Una vez más la joven volvió a mirar a Link de manera descarada, causando que la reina lo note e intervenga para hablar con él.

- Veo que le has caído muy bien a mi hija. – dijo Rutela, contenta.

- Mejor que bien, mamá. Es todo un honor que el Héroe Elegido por las Diosas haya llegado a nuestro dominio. Es tan... apuesto. – agregó Ruto.

- Deberías decir cosas más coherentes, hermana. Gracias a su llegada podremos salir de nuestro encierro. – intervino Ralis, molesto.

- Cierto, niño, me había olvidado de ese detalle.

- Hija, Link mencionó que desea hablar contigo sobre...

- ¿¡Deseas hablar conmigo!? Vamos a mi jardín en este momento. – exclamó emocionada, tomando a Link del hombro.

- Espere, princesa, creo que es mejor que todos...

- ¡Para nada! Esta conversación solo debe ser entre tú y yo.

La princesa haló con fuerza al príncipe para llevárselo del jardín de su madre, mientras que Ralis observó su lejanía, confundido.

- Se nota que a Ruto le agradó Link, ojalá no intente nada inapropiado con él.

- No creo que eso pase, y si por algo llega a ocurrir, estoy segura de que él no dará pie a eso. – respondió la reina, tranquila.

- ¿Cómo puedes estar tan segura de eso, mamá?

- Percibo que su corazón ya tiene dueña. Además, lo que siente tu hermana es solo un rezago del pasado del que ya se dará cuenta más adelante.

- ¿Ah? No entiendo...

La reina solo rio ante la confusión de su hijo, pues sabía perfectamente que a sus cortos diez años había cosas que aún no entendería.

...

Link se encontraba sentado en una de las bancas del jardín de Ruto. La incomodidad que tuvo se había disipado debido a la tranquilidad del ambiente. Sin embargo, poco después esta se vio perturbada al sentir un frío brazo encima de su hombro, el que apartó de inmediato.

- No te asustes, solo soy yo. – dijo Ruto.

- Disculpe, princesa, pero me tomó desprevenido. – respondió Link, nervioso.

- Por favor, ahórrate lo de "princesa". Llámame simplemente Ruto, pues tú y yo no somos desconocidos.

- ¿Ah?

Almas unidasWhere stories live. Discover now