56. ... Y también un final

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Abrió los ojos, olvidando por un momento el escándalo que se estaba llevando afuera, y hasta que estuvo a punto de ser atacado por un monstruo.

Inicialmente, Shad creyó que lo ocurrido hace momentos había sido un sueño, sin embargo, cuando se levantó y colocó los lentes sintió que la sangre se le iba a los pies. Ashei estaba arrimada a la puerta de salida de su casa, contemplándolo con recelo e impacto. Ante eso, el investigador se puso de pie, casi cayéndose al suelo debido al trauma de verla con vida.

- Ashei...

La espadachín no dijo nada, simplemente giró el rostro para no verlo. Para ella la situación también era muy difícil, casi insoportable. No podía descifrar lo que sentía frente al joven.

- Debo estar muerto, por eso puedo verte. – dijo impactado, con lágrimas en los ojos.

- No, no lo estás... estoy más viva que nunca, y más fuerte. Por eso pude salvarte. – respondió altiva.

- ¿Por qué? ¿Por qué me mentiste todo este tiempo? – preguntó Shad, resentido.

- ¿Perdón? No creo que seas el más indicado para preguntar eso... a pesar de que sé que tu voluntad no actuó por sí misma.

- ¿Qué? ¿Cómo sabes eso? – preguntó sorprendido.

- Eso es lo de menos... ahora lo único que importa es acabar con toda esta plaga que desea destruir a tu pueblo. Ya habrá tiempo de reproches y de...

- Aclaraciones... porque yo jamás he dejado de...

- ¡Cállate! ¡Ni se te ocurra decirlo! No tengo tiempo para tonterías del pasado. Además... ya no soy la dama de alcurnia que conociste.

- Así lo veo... y por eso me gustas más.

La dama hizo acopio de fuerza para no desvanecerse ante las palabras del hombre que, según ella, alguna vez amó. De ninguna manera iba a ser débil, esa etapa había quedado atrás.

- Me largo... ya te ayudé, así que adiós.

- ¡Espera!

Ashei salió de la puerta, sin mirar atrás, mientras el corazón le palpitaba con fuerza, mientras las lágrimas recorrían sus mejillas. Nunca pensó que el volver a verlo le causaría tremendo impacto en su inmutable alma... Se sentía débil y estúpida.

El amor acorazado por el dolor había vuelto a surgir...

...

Sin la necesidad de voltear, el Rey del Mal escuchó el sonido de los pasos que anunciaban la llegada de sus prisioneros, y en vez de sorprenderse con su presencia, soltó una fuerte carcajada ante ello.

Al llegar a la sala del trono, la pareja de príncipes y sus compañeras se sintieron incrédulos ante la reacción de su enemigo, quien continuaba festejando su llegada, creando una terrible confusión en ellos. Pasados algunos segundos, el tirano dio la vuelta de su cuerpo, ondeando su larga capa roja.

- Para ser sincero, mis deseos eran mantenerlos encerrados hasta finalizar con mis pendientes, pero viendo que me demoré menos de lo que había pensado, su llegada ha sido sumamente oportuna, pues ustedes son los invitados de honor en esta amena reunión que tendremos como elegidos por las Diosas. Irónico, ¿no creen?

Los jóvenes no comprendían las palabras Ganondorf, pues ellos esperaban una irascible reacción de este al ver que habían escapado de su celda para desafiarlo. Sin embargo, este no parecía sorprendido por eso, sino todo lo contrario, pues la satisfacción que se encontraba presente en su rostro los hacían dudar de haber tomado la decisión correcta.

Almas unidasWhere stories live. Discover now