20. Efímera tranquilidad

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¿Dónde me encuentro? ¿Por qué estoy encerrada en esta urna de cristal? Me siento angustiada y desesperada al estar aquí. ¿Y esa música? Al parecer es un órgano, el instrumento que la entona; es la canción más espantosa y tétrica que he escuchado en mi vida.

Agacho la mirada para observar al autor de dicha melodía, y puedo ver que se trata de un hombre, cuya aura percibo oscura y maligna... tengo la ligera sospecha de que lo he visto antes. ¿Me pregunto quién será?

De repente, veo que se abren unos grandes portones dando paso a un apuesto joven vestido de verde, acompañado de un hada azulada.

¿Ese joven es Link? ¿Se trata de mi esposo? Es idéntico a él, solo que su peinado y la tonalidad de su cabello han cambiado un poco, pero es él, de eso no hay duda.

- ¡Link!

No puedo llamarlo, mis labios están paralizados al igual que el resto de mi cuerpo. ¿Qué me ha sucedido? Pero a pesar de que no puedo valerme por mí misma, observo que Link se alarma en sobremanera al verme encerrada en este extraño cristal.

En ese momento las notas del órgano se detienen, y ese malévolo sujeto se pone de pie frente a mi esposo.

- "Los fragmentos de la Trifuerza resuenan. Vuelven a unirse..." – recitó con voz tétrica.

- ¡Suéltala, tu pelea es conmigo!

No puedo oír muy bien lo que están discutiendo. Lo único que pude escuchar es que ese sujeto mencionó a la Trifuerza. ¿Por qué menciona a la reliquia sagrada de las Diosas? No entiendo nada de lo que está pasando.

Veo que mi mano izquierda empieza a brillar, también pasa lo mismo con mi esposo y con ese extraño hombre. ¿Por qué la mano de él también resplandece?

De repente, ese sujeto se ve rodeado de una oscura energía, y de esa forma pretende alejar a Link y a la pequeña criatura que lo acompaña. Lamentablemente, las ondas alejan al hada, y así deja a mi esposo solo...

El villano empieza a levitar frente a Link, para luego enfrentarse a él en una pelea. Ese hombre le lanza unas esferas de energía, mientras que mi esposo se defiende con su espada y unas flechas luminosas, que para mi horror no producen ningún efecto en su rival.

¿Por qué no logra dañarlo ni una sola vez? ¡No quiero que nada malo le pase!

Puedo escuchar un desgarrador grito por parte de Link, pues una de las esferas de energía maléfica lo hirió profundamente. ¡Estoy desesperada! ¡Quiero ayudarlo y no puedo mover ni uno solo de mis músculos!

El malévolo ser aparece en sus manos una enorme y afilada espada, poco a poco se aproxima hacia Link, y una vez que está cerca de él, empieza a herirlo y a golpearlo sin piedad.

- ¡No, por favor, no lo lastimes! ¡Suéltalo!

No sé qué es más ensordecedor, si los gritos que salen de la boca de mi esposo al ser impactado de manera tan brutal, o mis desgarradores alaridos de dolor al ver como lo lastiman frente a mis ojos. A pesar de que no puedo ni siquiera moverme, por dentro puedo escucharme a mí misma llorando desconsoladamente por las heridas del amor de mi vida. ¿Cómo es posible que ese hombre sea tan cruel y despiadado? ¿Qué tanto gana haciéndole daño a un joven tan noble y puro como él? ¿Cómo puede ser tan desalmado y arrebatarle a una mujer enamorada al hombre que la hace feliz? ¡Maldito cobarde! Sin conocerlo ya lo desprecio y lo odio con todas mis fuerzas. Me asquea la sonrisa sádica que muestra con cada daño que le produce. ¡Deseo acabarlo con mis propias manos por estar torturando al ser que más amo!

Almas unidasWhere stories live. Discover now