22

38 7 0
                                    

Miró como por milésima vez aquella polvorienta caja, mientras se mordía el labio nervioso.

No entendía como aquellas palabras dichas por esa mujer le habían causado tantas dudas, tanto miedo, ¿y si tenía razón? ¿Era mejor morir?, nadie lo notaria, nadie lo sabría, no le importaba a nadie.

No entendía aquello, ¿por qué seguir viviendo? ¿Por qué continuar una vida donde ya nadie te aprecia? Nadie te va a querer, por ser alguien débil, por ser una persona horrible, tan estúpidamente tímido e inseguro, no entendía nada, ni como había llegado a estar tan cerca de aquella caja, ni de cómo se encontraba rebuscando ya en el interior de esta.

Tirando a su alrededor, algunos servicios oxidados y viejos, unos tenedores rotos y cucharas dobladas.

¿Y si ya era momento de rendirse? Tantos golpes e insultos por parte de su madre, le hacían querer irse de una vez, volverse a encontrar con la única persona que lo quiso. ¿Y cómo ocurrió esto? ¿Por qué un cuchillo amenaza en cortar su garganta? Siendo sostenido por su temblorosa mano, mientras lloraba sin razón aparente.

Pero era un cobarde, toda su vida lo ha sido, y eso no cambiaría de un día para otro, bajó el cuchillo derrotado, le daba miedo, tenía miedo de desaparecer, pero si tanto le asusta el dolor ¿por qué ahora se encuentra recogiendo su manga? con sus dientes jalando de esta.

No quiere hacerlo, definitivamente no quiere, pero aquellas palabras le torturan, ¿cómo puede ser tan débil? antes simples insultos de una persona tan repugnante como lo era esa mujer, no debían de afectarle sus palabras.

Pero ¿cuándo ocurrió que una línea roja decorara su muñeca?, sin dejar de llorar, ahogando sus gritos mordiendo el cuchillo que mantenía en su boca, ni eso podía lograr hacer bien, se sentía tan inservible manteniendo su otro brazo enyesado.

No debía de seguir, claro que no debía de hacerlo, estaba doliendo, doliendo demasiado, pero sus pensamientos no lo dejaban tranquilo.

Muérete, muérete, muerte de una vez.

Una segunda línea de sangre salió de su muñeca, junto con otro grito ahogado, ¿Que estaba haciendo? ¿Acaso era idiota? Sí que lo era, no podía comprender que esa mujer solo era un obstáculo más el cual pronto debe esquivar para continuar con su vida, ¿pero qué vida? ¿Se le llama a eso vivir?, no tiene futuro, no tiene metas, y no tiene en quien apoyarse cuando caiga las incontables veces que lo hará.

Gritó, deslizando por tercera vez el filo de aquel objeto sobre su muñeca, con su mano temblorosa y su ropa manchada en sangre, quito el mango del cuchillo de su boca y se llevó la punta hasta su cuello nuevamente.

-Vamos, una última sonrisa- suspiró, presionando ligeramente el cuchillo.

Dejo caer el objeto sorpresivamente, al sentir su teléfono en su bolsillo vibrar, sacándolo enseguida con su temblorosa mano, manchando por completo con sangre su celular.

Gimoteó al leer el nombre de la persona que le llamaba, y lo dejo a un lado largándose a llorar.

¿Pero qué estaba haciendo?, no podía dejarse manipular por solo palabras que decía aquella mujer, porque como había dicho ella, si en verdad aquel chico no le quiere ¿por qué le llamaba ahora?, ¿por qué siempre le enviaba mensajes? ¿Por qué se preocupaba por él?

Estaba a punto de cometer la estupidez más grande, mucho más de lo que era cortar su brazo, el en definitiva nunca haría algo así, pero sus locas ideas le habían consumido su parte racional por completo.

Pero ahora, ahora tenía miedo, su brazo sangraba, y el dolor le era demasiado, pero lo que más le preocupaba, ¿cómo iba a ser capaz de ocultar algo así? Pensando en las consecuencias que traería aquella estupidez, no podrá usar camisetas cortas mientras aun siga estando con Yoongi, tampoco dejar que este le vea por ningún otro medio. Era un completo idiota.

No more smiles / yoonmin ADWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu