No more smiles / yoonmin AD

18

Estaban caminando tomados de la mano, a solo una cuadra de la casa del rubio, en silencio miraban hacia su enfrente, y sonreían cada vez que miraban de reojo a su acompañante.

-Yoongi- susurró el menor, un poco nervioso por haber terminado con el agradable silencio que compartían.

- ¿Qué ocurre?- sonrió el azabache, mirándole enseguida.

-Quería decirte que... sí, sí quiero- murmuro bajando la mirada avergonzado.

- ¿Quieres qué?- pregunto confundido, mirándole desconcertado.

-Esta tarde, mencionaste que éramos novios- susurró, con su notable sonrojo cubriéndole por completo las mejillas- pero luego me preguntaste si quería serlo, y si quiero- murmuro, un poco más bajo de lo normal.

El mayor detuvo su andar, provocando que el rubio le siguiera, con una sonrisa y entusiasmo que se le notaba a más de cien metros, dio un salto de emoción lanzándose contra el menor, repartiéndole besos en el rostro.

-Gracias, gracias- repetía feliz, sin dejar de besar al rubio- eres tan lindo- menciono apretujándolo contra su cuerpo.

-Yoongi mi brazo- se quejó enseguida, logrando que el azabache le soltara.

-Lo siento, estoy feliz- se disculpó, sin borrar su sonrisa de idiota, encorvándose tomando el rostro de Jimin entre sus manos dándole cortos besos sobre sus labios.

-Ya Yoongi- rió alejándose un poco.

Siguieron caminando hasta la casa del rubio, donde se despidieron con un rápido beso y el mayor se fue rumbo a su casa, mientras que el pequeño, tomando aire, ya preparándose para lo que venía, abrió la puerta despacio, cerrándola tras suyo, escucho los sincronizados pasos de la mujer caminar hasta salir de la cocina con una taza de café en ambas manos y mirarle mal.

- ¿Se puede saber dónde andabas?- pregunto molesta.

-Salí al centro- susurró bajando la mirada.

- ¿Con quién?- volvió a preguntar, acercándosele intimidante.

-Con unos amigos- respondió nervioso.

-Te lo volveré a preguntar, ¿Con quién saliste toda la maldita tarde?- gruño, cogiéndole por el brazo manteniendo su taza de café en equilibrio en su otra mano.

-C-con unos amigos, e-enserio- Tartamudeo, intentando soltarse del agarre de su madre.

- ¿Estuviste con ese chico no?- pregunto, haciendo presión en su agarre- Sabes que no me gusta que me mientan, ¡Y en este momento lo estás haciendo!- grito, soltándole empujándolo hacia un lado provocándole una caída- ¿Qué no aprendiste ya antes?, ¿o esperas a que te quebré el otro brazo?

-No, por favor- se apresuró a decir, colocándose de pie enseguida.

- ¡¿Por qué lo haces?!, ¡¿Por qué te encanta decepcionarme?!- grito, y ahí va otra taza menos de la alacena, siendo lanzada la mujer hacia el menor, la cual impacto en el rostro de este, quemándolo con el líquido y dejándole un corte por la frente.

Grito adolorido, sintiendo su rostro arder, mientras a pasos rápidos y desorientados, se apresuró a llegar al baño, donde tanteando con la mano logro encender el agua fría de la ducha, adentrándose a esta mojando su ropa con la cabeza levantada dejando que el agua fría vaya calmándole el ardor.

Tenía miedo, otras veces se había quemado, y sabía que debía de mojarse con agua fría lo antes posible para no obtener ampollas o daños más graves, pero nunca se había quemado el rostro, esperaba haber sido lo suficientemente rápido para quitar el agua caliente de su rostro y no le haya quedado nada aparte del enrojecimiento de siempre, y bueno, la herida que le había provocado la taza al quebrarse, aunque eso era lo menos que le importaba.