Capitulo 7.

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(Continuación Flashback)

Baje la velocidad para detener mi marcha. Eran poco más de cuarenta hombres. Si no fuera porque mi objetivo se interponía en mi mente constantemente, no sé si me hubiera arriesgado tanto. No retrocedí, sabía que los demás estaban siguiéndome y seguro que no tardarían en llegar. Además, era la primera vez que había llegado tan lejos en mi intento de escape.

Escuche el claro barullo dentro de mi cabeza. No quería perder la calma, pero las voces se intensificaban en mi cabeza conforme el tiempo transcurría.

 -¡Tírate al suelo y no intentes nada! – ordeno una nueva voz. - ¡He dicho que te tires al suelo!

Trate de idear una salida haciendo correr a mi cerebro lo más rápido posible. Mientras mantenía las manos a mis costados, observe cada detalle de los hombres que impedían seguir mi camino.

Todos llevaban aquellas armas que me apuntaban directo y que no lograría arrebatar si tan solo estuviera a escasos centímetros de ellos, cosa que estaba consciente de que si hacia el más mínimo movimiento, aquel ordenaría abrir fuego.

El sonido claro que alerta a todo el lugar, volvió a tomar vida. En cualquier momento esto se convertiría en un mar de hombres de gris, sometiéndome y golpeándome hasta dejarme inconsciente.

-Bien. – dije frustrado. Ya no había salida. Mi intento de escape había fallado nuevamente.

En cuanto levante mis brazos, algunos se tensaron. Maldecí al no poder traer a mi habilidad de vuelta. Ahora que más le necesitaba, algo me impedía no poder acceder tan fácilmente a ella.

Luego de que todos comenzaran a caminar hacia mí, cerré los ojos resignado. Sentí como tomaban de mis brazos y me sometían hasta dejarme de rodillas al suelo. Yo mantenía las manos detrás de mí nuca, dejándoles la facilidad de terminar con todo esto.

Había sido un idiota. ¿Cómo se me ocurrió pensar que esta vez sería diferente? ¿Qué me había hecho creer que podría escapar? Y luego de escuchar los miles de pensamientos agobiando mi mente, una voz atrajo mi atención de todas las demás.

“Estoy aquí.” – dijo ella claramente consiente de que era yo quien había encendido la alarma.

Toda mi fuerza interna se renovó de su momentáneo colapso. Se sentía como brazas de fuego esparciéndose en mis venas que fluían de sangre caliente. Solo su voz atrajo al individuo que combatiría a mil ejércitos.

Me había dejado entrar a su cabeza, y lo que más me confortaba en este momento, era que seguía aquí, recordándome. Will había conservado su mente intacta, tal y como lo prometió.

El interior latente y mi cabeza activa, crearon una nueva chispa esperanzadora de cólera. Apenas y habían intentado unir mis muñecas e inmovilizarlas con las esposas, cuando logre zafarme del agarre de los hombres. Los empuje de tal manera de un solo golpe, que mi fuerza anormal los hizo volar lejos de mí.

Los otros que habían tomado la labor de apuntarme directo a la cabeza y amenazar, se asombraron al mirar el acto y, antes de que pudieran si quiera jalar el gatillo, golpe sus brazos hacia arriba para evitar el alcance de unas de sus balas.

El movimiento de todo el lugar se presenció cuando las órdenes eran gritos desesperados. Por suerte, fui más rápido que cualquiera de los que apenas y corrían hacia mí, ya que me lance sobre ellos, creando una barrera humana desmoronándose.

En el momento en el que seguía luchando frente a frente con cada sujeto, arrebatando sus armas y noqueándolos con golpes limpios en el rostro y cuerpo,  la ráfaga de balas se detono inesperadamente y con mis rápidos reflejos pude esquivar unas cuantas, hasta que al fin dos de ellas lograron darme; una en el abdomen y la otra apenas y roso en mi antebrazo.  Aquello me aturdió en momentos, ya que jamás me había alcanzado tan completamente las veces que había intentado fugarme, pero al parecer, este era un caso especial. Después de todo, había llegado más lejos que de costumbre.

Return (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora