Capitulo 6.

1K 85 17
                                    

(Continuacion del Flashback)

Habían pasado cuatro días desde la inesperada salida de William. Y digo inesperada porque así lo fue. ¿En verdad había sido necesario todo eso? ¿Podría haber mencionado lo que pensaba hacerme? Aquello que inyecto me había descolocada demasiado. Ese suero que inhibía mi parte del cerebro a ordenar a mi cuerpo, ni siquiera me dejo meditarlo. En cuanto eso estaba en mis venas, se apodero de mí por completo.

Lo que me tenía aún más perturbado, era que en pocos días también me programarían el mismo procedimiento. Seguro que mandarían a otro bastardo de bata blanca a ocupar el lugar de Will y me eliminaría los recuerdos. Ahora ¿Qué se supone que deba hacer?

Medite mis opciones. ¿Cuándo se supone que sabré cuando actuar? Me pregunte. Solo era cuestión de llegar hasta el sector B y buscar la habitación once, y claro, antes lograr salir de aquí.

No había podido pegar un ojo en todos estos días. Aquello podría ser a cualquier hora y debía estar alerta. Conseguí dormitar algunas horas para estar preparado.

Aquel día llego. Lo que más odiaba del procedimiento oblivion, era sentirme tan perdido. ¿Porque?: Despertar cada día preguntándome que hacía en ese lugar y no tener la menor idea de donde te encuentras, era horrible. Por más que escarbaras con tus propias uñas en tu cerebro, todo estaba en blanco. Y todo porque necesitan tenerte en total control.

La Fortaleza evitaba hablarnos de nuestras habilidades. Les resultaba más sencillo convencernos de la historia falsa de que intentaban curar la mal formación de nuestros genes. Aquello te hacía sentir como una aberración o un pedazo de mierda. Como si tu “mal” te hiciera tanto daño que estuvieras a punto de morir. Así que se crean una especie de buena causa para mantenerte a su mando. Terminas por aceptarlo sin más, dejando que hagan contigo lo que quieran. Antes podía soportarlo, o bueno, me resignaba, como todos aquí, pero ahora solo de rememorarlo me ponía rabioso.

Había llegado el momento de llevarme a observación. Podía escuchar las voces en mi cabeza acercándose. No puse resistencia.

La cristalina y reforzada puerta de la habitación de observación se dejó escuchar. Estaba tan nervioso que las manos me sudaban y tenía un sabor asqueroso en la boca. Creo que era el sabor de mi sangre al estarme mordiendo el labio interno.

Las correas se incrustaban en mi piel, tanto que calaban en mis huesos. Después, el hombre de bata blanca acceso. Lo primero que note fue su espantosa cara, como la de un perezoso: Chata y regordeta. Su estatura baja y su semblante robusto.

-¡Hola! Mi nombre es Conrad… - iba a decir él, pero lo interrumpí.

-Conrad Wallace.

-¡Vaya! – dijo con cierto tonillo burlón. Miro a sus apuntes y frunció el ceño notablemente. – Al parecer tuviste una conducta indeseable ¿Qué fue lo que sucedió? – pregunto.

Me quede en silencio por que no sabía a qué venia eso. Además, a él que le incumbía el asunto. Al no recibir respuesta, este asintió.

-¿Qué hay de tus habilidades? ¿Has logrado controlarlas con totalidad? – continuo sin importarle que no le haya respondido con anterioridad.

Aquellas preguntas me consternaron. Y bueno, desde que Will me tenía consiente, estaba claro que este interrogatorio ya antes lo habían escuchado un millón de veces, pero obviamente no lo recordaba.

Me quede observando al hombre mientras intentaba conjeturar mi próximo movimiento. Mientras tanto, él preparaba el suero y lo vaciaba a una jeringa. Se mantenía con la vista clavada en mí, al pendiente.

Return (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora