Capitulo 15.

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Pase dos semanas más postrado en la cama. Quería recuperarme de una maldita vez y salir de aquí para arreglar las cosas allá afuera. Fue duro no salir de ahí durante tanto tiempo. Me exasperaba a tal grado de asfixiarme. Pero todo era por evitar otro episodio como aquel en donde no pude correr detrás de ella por la maldita herida en el muslo.

Como era usual, Gen pasaba a asistirme en lo que necesitara. Esta vez creo que abuse un poco de sus atenciones. No quería hacer el más mínimo movimiento que causara que otra de las heridas se abriera de nuevo. Necesitaba estar lo más pronto posible fuera de esta maldita habitación que cada día se hacía más pequeña.

El día en que Carvin al fin me dio el alta, me había advertido que me mantuviera al margen de la situación con Agnes. Al parecer, ella le hablo de ello antes de enfrentarnos aquella noche. Y por lo que Carvin recalco, como me advirtió ella, no quería tener el más mínimo contacto conmigo.

Intente sacarle información referente al tema, pero ni él, ni Katy, ni Hanz, que habían sido los últimos en visitarme y sabía que tenían relación con Agnes, sabían nada del asunto. Lamentablemente, al confirmarlo vaciando sus cabezas, parecían ser ciertas sus palabras.

-¿Vas a volver a tu antigua habitación? – pregunto Gen mientras terminaba de calzarme las botas.

-Probablemente. – me erguí al terminar. - ¿Alguien lo ha ocupado?

-No. Creo que sigue siendo tuyo. – contesto ella y me ofreció una sonrisa a medias. Nuestra relación se había vuelto más amena a mi parecer. – ¿Quieres que te ayude con algo más?

-No por el momento. – dude en cuestionárselo, pero me aventure a ello. - Aunque… ¿Sabes dónde está quedándose Agnes? – Su rostro cambio por completo del relajado, a uno que era notoriamente frio.

-No tengo idea. – contesto apenas. Desviando la vista a otra parte. Aun me resultaba desconocido porqué Gen se comportaba tan evasiva con el tema.

Sabía que habían tenido diferencias aquella vez que le pedí que se encargara de traerla a la Guarida. Entendía que había utilizado mal las palabras para llevarse a Agnes a costa de su voluntad, y siendo sincero conmigo mismo, yo también había actuado erróneamente. Pero no creí que Genevive se comportara tan reacia después de todo ese mal entendido. Conocía su forma de ser, que como Carvin alguna vez me confeso, era muy parecido al mío.

Para Agnes había causado mucha conmoción la muerte de Amber. Aquella vez comprendí que la chica que se encargó de ella cuando despertó del coma, se había vuelto muy importante en su vida.  Nunca la había visto tan devastada hasta aquel día.

Yo apenas y la observe a la lejanía y charle unos minutos con ella. Fue muy amable, y no miento al decir que incluso me pareció simpática, un tanto parecida a Agnes. Y no hablo del físico, en eso eran totalmente distintas. Me refiero a esa energía cálida que transmitían de formas similares y a la vez tan distintas.

Como lo habrán notado, no soy amigable, y mi carisma para hacer amistades no ha cambiado desde que salí de la Fortaleza. Simplemente no funciona conmigo. He intentado ser amistoso con cualquiera de los que me han llegado a conocer, o incluso Will, que si estuviera vivo, seguro que podría constatárselo a cualquiera.

-Si no necesitas nada más, iré a mi entrenamiento. – anuncio y se levantó de la cama donde permanecía sentada.

-¡Gen! – le llame antes de que saliera de ahí. Regreso la atención a conmigo de inmediato. - ¿Sucede algo? Cada vez que he intentado hablarte sobre Agnes pareciera que evitas hacerlo.

Pude notar como su mandíbula se apretó y, a pesar de que intento con todas sus fuerzas no parecer irritada, también note sus puños cerrarse una y otra vez.

Return (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora