Capitulo 12.

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Después de unos minutos de calma, el caos surgió de la nada. Llego como una revuelta de voces descomunales y gritos demandantes.

Intente reparar en lo que sucedía, pero el agotamiento ni siquiera me dejo abrir los ojos. Al final me rendí y me abandone nuevamente.

Había lapsos en los que algo de luz se filtraba por mis pupilas, cegándome. Y cuando creía que había vuelto en sí, de nuevo regresaba a las penumbras.

La luz brillante del techo me pico en los ojos al momento de abrirlos. Parpadeé varias veces antes de reparar en donde me encontraba. Cuando por fin me acostumbre, el espacio donde me encontraba me pareció conocido.

La habitación yo mismo la había visitado cientos de veces con anterioridad, no cabía la mejor duda. De inmediato me serene.

Sin dudarlo me revise los brazos. Los cortes y demás ya habían sanado notoriamente, ahora ni siquiera había rastro de ellos.

Mis muñecas estaban repletas de intravenosas que imagine lo que contenían, así que las deje en su lugar.

Revise con cuidado la habitación, y me detuve al notar una cabellera rubia apoyada a la orilla de la cama. Mi corazón comenzó a apresurar con el solo pensamiento cruzando por mi cabeza. ¿Agnes?

No dude ni un segundo y estire el brazo para acariciar su cabeza. Le tomo unos minutos despabilarse, pero mi jubilo se diluyo cuando al alzar la cabeza, el rostro de Genevive se dejo ver.

-¡Tyler, estas despierto! – dijo y su rostro se contrajo. Nunca había visto a Genevive de ese modo. Parecía preocupada. Las ojeras debajo de sus ojos eran la prueba de su falta de sueño.

-¿Cómo llegue aquí? – pregunte de inmediato que pude. Desconcertado hasta la medula.

-Tú llegaste hasta aquí y... ¿No lo recuerdas? – me quede buscando mis últimos minutos consiente, pero ella agrego. -  Descuida, ahora lo que tienes que hacer es recuperarte.

- ¿Cuánto he dormido?

-Tres semanas. Pero ahora no importa. ¿Necesitas algo? ¿Quieres que te traiga algo de tomar? – la insistencia de Gen me dejo turbado, pero no quise ser grosero.

-Ah, tal vez… agua. – dije al sentir la resequedad en mi garganta. – Por favor.

-Claro, enseguida vuelvo. No te muevas, ¿okey? – yo solo asentí ante su amabilidad.

Tome asiento en la cama y me quede esperando a que regresara. Minutos pasaron para cuando la puerta se abrió y Carvin entro a la habitación con algo de alivio en su rostro.

-¡Demonios, Tyler! Nos has dado un susto de muerte. ¿Cuándo te apareces de ese modo siempre haces ese tipo de melodramas? – dijo, arrastrando una silla y posándola cerca de la cama.

Lo fulmine con mi peor mirada y cuando iba a responderle de que hablaba, Gen acceso esta vez a la habitación con una jarra y un vaso.

-Aquí esta. – me sirvió el vaso rápidamente y me lo dio con precaución. – Está algo fresca. Pensé que querías refrescarte un poco. ¿Está bien? ¿La quieres más cálida? 

Iba a contestarle que estaba perfecta. Toda esa actitud servicial y amable en ella me resultaba totalmente nueva y desconcertante, pero Carvin se adelantó.

-Genevive, él está bien. Me encargare si necesita algo. Ve a descansar, lo necesitas. – Ella miro a Carvin, luego volvió la vista a mí como si quisiera que agregara algo. Al final solo asintió y se marchó en silencio.

Al momento de quedarme a solas con Carvin, iba a preguntarle todas mis dudas sobre lo que había sucedido conmigo. Lamentablemente se adelantó y comenzó a hacer las preguntas él.

Return (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora