Otra

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Habían pasado una tarde agradable.

Comieron y rieron compartiendo con las ocurrencias de Lizzie y los mimos de la abuela hacia ella.

Lo único adverso fue el asedio de los medios, desesperados porque alguna diera unas palabras en exclusiva; sabían que no podían hablar, sólo se remitieron a sus actividades normales en el restaurant, luego en el club, al que fueron para que Lizzie disfrutara de un poco de aire libre. Al salir de allí solo dieron una pose a las cámaras con las manos agarradas y sonrientes.

 Al salir de allí solo dieron una pose a las cámaras con las manos agarradas y sonrientes

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La abuela se encargaba de que la pequeña Valdés no saliera en ninguna de las fotografías. Tenía experiencia en ello.

Lupe tenía una relación agradable con Valentina, en muchas ocasiones la rubia corría a donde estuviese su suegra para pedirle un consejo o simplemente para disfrutar de sus atenciones como si fuese una hija más. Todo era así hasta después del desenlace de la enfermedad de su esposa, la cual creó ciertas grietas que no le eran muy fáciles de reparar a la actriz, sin embargo, ver a su suegra le era grato a pesar de todo.

Eran las seis de la tarde. Llegaron las cuatro a casa, algo agotadas pero tranquilas, fue una tarde jovial, distinta, con matices de armonía dentro de sus habituales jornadas. Lizzie era siempre un bálsamo para cualquier miembro de la familia. La pequeña Valdés era demasiado inteligente para su edad, aprensiva y con aptitudes por encima de lo esperado a su edad.

—Abuela, quiero quedarme contigo hoy. –le rogó a su abuela luego de cenar, estaban todas sentadas en la sala del comedor.

—¡¿Me vas a abandonar?! –reclamó Juliana en el acto, por el abandono de su hija luego de dos días ausente por su viaje. Aunque su Madre no iría tan lejos, Juliana había comprado el apartamento del piso de abajo para que su familia o invitados se alojaran con todas las comodidades, sus padres tenían para ellos el cuarto principal cada vez que pisaban la ciudad.

—Preciosura, creo que tu Mami desea pasar tiempo contigo. –respondió Lupe.

La niña hizo un puchero y miraba a las tres mayores con algo de suspicacia. —Mami, ¿vas a salir de viaje otra vez esta semana? –Juliana arqueó la ceja, sabía la intención de su nena.

—No mi amor...

—¿Mamá tú te vas a ir de viaje esta semana? –le pregunto a la rubia.

—No princesa, te prometí que no saldría en mucho tiempo. Pero, ¿por qué preguntas? –indagó Valentina.

—Mi abuela si se va a ir de viaje pronto, quielo pasar la noche con ella. –demandó cruzando los brazos y frunciendo el ceño.

Las mayores se miraron e hicieron el esfuerzo de no reír ante las deducciones de persona adulta que la pequeña estaba exponiendo de una manera determinada.

Juliana terminó cediendo, se levantaron de la mesa para prepararla para dormir, necesitaba un baño y empacar sus tres peluches que le acompañaban durante su sueño.

Complicity 2Where stories live. Discover now