Continuación de:
💫COMPLICITY💫
Siete años después del matrimonio Valdés Carvajal, se ven enfrentadas a uno de los retos más importantes que puso en riesgo su relación.
Aferradas al amor y por el bienestar y tranquilidad de su hermosa hija, Elizabet...
Había pasado una semana más, tanto Juliana como Valentina continuaban dando todo por el todo por su relación, bueno casi todo...
Ya llevaban tres terapias, "fructíferas", según Valentina. Quien asume fielmente estar tomando todo al ritmo requerido.
Juliana ha dejado a Valentina a cargo del cuidado y atención de Lizzy, de la Fundación y de la productora.
Valentina odió siempre todo lo que debía ser tratado como gerencia, siempre buscaba quien se encargara de todo. Pero tuvo que dar su brazo a torcer, igual cayó en cuenta que gracias a Kate contaban con un nutrido grupo de profesionales de primera línea para hacer que todo se encaminara, ella sólo debía estar para la toma de decisiones y plantear nuevas perspectivas de acuerdo al fin de cada organización bajo su mando.
Llevaba una semana en el cargo de esas funciones y le estaba tomando gusto a todo, pero había un tema que estaba obviando voluntariamente, ello no le estaba dejando seguir con tranquilidad, adelante con su matrimonio y todo porque sus principios morales se lo impedían, su palabra estaba en juego.
Juliana por su parte, aprovechó para enfocarse en sus compromisos como directora de cine y como jefa del Holding Valdés.
Tenía planeado retomar proyectos que abandonó por falta de tiempo, así como conceder entrevistas y reuniones que había dejado para después, aprovecharía la ayuda extra que representaba su esposa.
Kate estaba organizando todo y los resultados empezaban a notarse. Pero lo más importante para ella había sido que Valentina pasara más tiempo con su pequeña princesa. Era lo mejor de todo el cambio que la súper estrella le estaba demostrando, por primera en mucho tiempo, la prioridad no era su carrera, sino su familia.
Sin embargo, el tiempo pasaba y Juliana estaba segura que su esposa estaba abusando de su paciencia para finiquitar capítulos de su vida mientras estaban separadas, figurativamente, durante el año anterior.
Su hija, sus negocios, su salud y su carrera iban bien.
Apreciaba cada logro.
Excepto lo que veía y significaba la información que yacía entre sus manos...
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—Sabía que ese folder iba a ponerte así. –señaló Kate al ver a Juliana hundida en su silla presidencial, dentro su oficina con una posición totalmente de abandono a la derrota.
—¿Es posible que suceda esto? –cuestionó con ironía.
—Las pruebas son convincentes. Las razones, no sé. –expresó la ojiverde mientras ordenaba en su iPad la información que necesitaba que Juliana revisara y le autorizara.
