Fiesta

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En el más exclusivo club del alto Manhattan —propiedad de Juliana y Kate—, las luminarias estaban a todo dar; los flashes de cientos de reporteros gráficos y paparazis furtivos no cesaban; el amplio y sofisticado pasillo de entrada lucía la alfombra roja de gala y recibía estrellas y más estrellas, posaban en fugazmente y saludaban a donde el vitoreo les insistía; el equipo de seguridad mantenía bajo control a todos los espectadores y fans de distintas celebridades que soñaban con siquiera conseguir una mirada de su estrella favorita, aunque para muchos esa noche era la convergencia de varios de sus actores y cantantes favoritos.

En el más exclusivo club del alto Manhattan —propiedad de Juliana y Kate—, las luminarias estaban a todo dar; los flashes de cientos de reporteros gráficos y paparazis furtivos no cesaban; el amplio y sofisticado pasillo de entrada lucía la alfomb...

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Era un evento casual, pero se transformó en algo más, ya que no era común en esa ciudad e desfile de tantas luminarias, no era LA; pero el sitio estaba a la altura de aquella ciudad. Por ello fue agradable, seguro y emocionante el pequeño contacto que hicieron con sus fans.

Valentina había solicitado a un buen grupo de amigos que la acompañaran. Kate como representante de ella, estaba preparada, los excesos de la actriz en sus oportunidades para compartir en su honor no eran para nada discretos o íntimos, la actriz contaba con un gran número de amistades sólidas en el medio artístico, y como tenía tiempo de no compartir con ellos, aprovechó la ocasión con la casualidad que muchos confirmaron su asistencia, Kate tenía todo controlado, y sin dejar de un lado las preferencias de Juliana, quien era todo lo contrario a Valentina, el interior del club contrastaba con el exterior: era un ambiente cálido, elegante mesurado para la primera fase de la celebración.

Juliana no concebía hacer ninguna reunión sin contar con la presencia de su hija. No podía simplemente dejarla en casa y ella asistir a eventos organizados por ella o su esposa sin su hija. Por ende, siempre la primera fase de cualquier reunión o fiesta de las esposas contaba con un ambiente tranquilo, un brindis, una cena, un pastel —si fuese oportuno—, una buena banda con música a volumen moderado, para compartir en familia con las amistades y departir sin la necesidad de gritar. Luego, cuando la hora le parecía justa abandonaba el evento con su pequeña hija y sus ahijados, para que diera inicio a la segunda fase de las celebraciones al estilo de Valentina.

Esa ocasión no fue la excepción.

Después de rondar y saludar grupo por grupo de conocidos y amigos, las esposas se separaron.

Juliana fue directo a ver a su hija, quien estaba en el área especialmente acondicionado para los niños que iban al evento, ella estaba al cuidado de su nana, su abuela y otras canguros de los niños que están allí, cuando llegó se detuvo a cierta distancia y sonrió al ver a la menor divertida jugando y hablando con los sobrinos y el hermanito de Valentina, junto a sus inseparables amigos, los hijos de Kate; cada que se reunían formaban un grupo sólido que disfrutaba al máximo.

Ella sonrió.


—Me hubiese encantado que Santiago estuviera con ellos hoy. —Escuchó decir detrás de ella. Y sonriente se volvió para responder.

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2023 ⏰

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