Alegrías

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Jueves.

A la hora acordada estaban las esposas en el consultorio con su terapeuta, en la que sería la última sesión juntas por, al menos, cuatro meses.

Valentina estaba tratando de manejar bien la situación, así lo parecía cuando encontró a su esposa esperándola en la entrada de los ascensores, en uno de los sótanos asignados al estacionamiento. Al verla le sonrió, no le fue difícil aun y a pesar de todo... La besó tiernamente y se fundieron en un abrazo.

Ambas estaban haciendo el mejor esfuerzo para aprovechar momentos juntas; teniendo en contra todo. Las agendas de ambas estaban demasiado movidas, hasta deseaban saltarse la fiesta de cumpleaños de la rubia para aprovechar más tiempo juntas antes del viaje de la directora de cine al viejo Continente, pero Kate no lo permitió.

Las esposas terminaron cediendo ante la insistencia de la ojiverde, quien se mantenía firme pensando en sus carreras y en el desastre, que debía limpiar, por culpa de la prensa amarillista que se habían tornado en las famosas Juliantinas y el reto de resaltar sus problemas en el paraíso a como diera lugar. Ya que eran una de las parejas más mediáticas que les generaba muchos beneficios, no podían perder oportunidad...

—Vamos a ver —dijo Anna leyendo sus apuntes en su iPad—, no podemos dejar en el aire el resultado del ejercicio que les envié hace unas semanas... —las miró y colocó su dispositivo en su regazo; mientras ambas esposas rememoraron— Si no lo han terminado podemos hacerlo aquí.

—No —respondió Juliana—, hemos hablado mucho y creo que hemos cumplido la meta. —Le sonrió complacida. Le había encantado mucho poner en práctica lo que le había encomendado la terapeuta.

—Val... —la ojiazul la miró atenta—. ¿Te parece bien empezar y darme el resumen? —inquirió, la rubia no tenía todo en orden, afinó su mirada y recordó.

—Creo que sí —respondió—, no está en orden en mi cabeza, pero si puedo —miró a su esposa—, tú me ayudas.

—Siempre —le dijo.

—Me encantó que nos pusieras a hablar de todo lo que consideramos el top 10 de los eventos buenos y de las malos —le informó con entusiasmo y se acomodó en el sillón—, voy a empezar por lo bueno, por orden de ocurrencia:

» Sin duda nuestro primer mejor momento fue cuando me le declaré a Juls —suspiró lentamente—, allí empezó todo —sonrió—, aunque para mí fue cuando la vi y abracé al llegar a la ciudad, luego de casi tres años separadas; allí todo volvió a la normalidad para mí...

—Pero hablamos de eventos mutuos —intervino Anna—, sin embargo, que dejes tu punto claro es importante. Ya que refuerza el evento compartido. —Le hizo un ademán y la dejó continuar.

—Eso lo hablamos, reímos mucho al recordarlo... en resumen de ese evento fue: Cambio.

Ambas esposas se miraron y asintieron mutuamente.

» Luego fue cuando Juls salió del closet con su familia —negó levemente con su cabeza—. Aunque mis suegros y mi tozudez dañaron el momento —lamentó—, pero para ambas fue un paso muy importante. Demasiado. El resultado: Libertad. —Juliana suspiró con alivió y una sonrisa plácida iluminó su rostro, atenta a las palabras de Valentina. No se podía extender mucho, era un resumen.

» Bueno este es uno de mis favoritos —chilló de la emoción—, fue cuando trabajamos juntas en su primera película, Complicity, fue una de mis mayores alegrías, hacer lo que más me gusta y unirlo al arte de Juls, que es lo que a ella más le gusta, unimos nuestras pasiones y fue todo maravilloso... —bailó en su asiento, cual niña con juguete nuevo—. Actuar juntas ha sido de las mejores etapas de mi vida, de lo que más he disfrutado en mi carrera y verla trabajar, en acción, en su elemento puro no tiene comparación —ambas se vieron y con sus miradas hablaron.

Complicity 2Where stories live. Discover now