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El departamento de Bill era pequeño, una sala de estar acogedora, una cocina no muy grande con el espacio esencial y una habitación con una estufa a gas. El lugar necesario para una sola persona, a ____ le gustó. Daba la sensación de ser un hogar a pesar de ser sólo para uno. Dejó los baúles en la entrada junto a la puerta y acarició las orejas peludas y suaves de Acho que había permanecido junto a ella aunque sabía que moría de ganas por inspeccionar los distintos olores del nuevo lugar donde estaba. Aún no habían tenido la oportunidad de visitarlo.
-¿Te gusta?- preguntó Bill dejando algunos bolsos y sentándose en un sillón.
-Es muy lindo, me encanta.
-¿Quieres quedarte?- ella lo miró estudiando si hablaba en serio o no, parecía que sí pero igualmente lo dudaba y Bill lo presintió- al menos por éstos días. Mañana no trabajo, podemos ir y hablar más tranquilos con mi mamá.
-Preferiría que no Bill, al menos todavía no.
-Demasiado dramatismo por ahora?- le preguntó con comprensión, ____ asintió y sintió cómo las lágrimas corrían por su cara nuevamente.
-Lo entiendo linda... ¿Qué te parece un chocolate caliente, un poco de frío y a la cama?
-Me parece el paraíso.
-Bill!- Acho demandó su atención antes de que comenzaran a besarse- Acho!
-Sí muchacho, siéntete libre de husmear dónde quieras.
La cama de Bill era amplia, pero ellos ocupaban menos de la mitad estando abrazados. ____ le había contado a Bill lo que sabía sobre su hermano, que era bastante poco, y luego se habían acostado sin saber qué más decir, ninguno hablaba pero tampoco podían dormir.
-Finalmente Lena tenía razón. Fue la única que me dijo la verdad. Y yo pensaba que estaba loca, nunca cuestioné si hablaba en serio. Incluso lo había olvidado...
-Deja de culparte- le pidió Bill mientras acariciaba su abdomen con distracción- Lena estaba por matarte, ella estaba loca verdaderamente.
-Con más razón, si pensaba que no iba a seguir viviendo no tenía motivos para mentirme.
-Te mintió toda su vida, claro que podría haber mentido en éso.
-Tengo miedo de que un día todos los que me rodean se conviertan en mentiras...- Bill la miró con lástima y por primera vez a ella no le molestó despertar ése sentimiento, quería que le tuviera lástima y la protegiera, porque se merecía contención- sólo me quedas tú.
-Yo nunca voy a traicionarte pero sabes muy bien que no soy lo único que te queda.
-Cierto, está Acho.
-Acho- opinó el brambo que ya se encontraba en su camita para perros junto a la cama de ellos.
-Creo que estas siendo un poco dura con él- se arriesgó a comentar, ____ le dio la espalda y Bill se pegó a su cuerpo rodeándola con sus brazos- estaba preocupado.
-Tú lo estabas y no me trataste así. Es la segunda vez que me oculta algo importante, que me corre de su casa. No te digo que yo no sea estúpida, pero tampoco es para tanto. No volveré a quedarme ahí nunca más.
-Si te pusieras en su lugar...
-Bill yo no quería irme así. Me perdí, ni siquiera recuerdo cómo llegué al edificio. ¿Por qué no se puso él en mí lugar?
-No haces que sea simple ponerse en tu lugar.
-¿Qué quieres decir?
-Nada- besó su frente y recorrió sus labios con el pulgar- tienes razón, lo que ahora importa eres tú. ¿Qué harás con Benjamín?
-No lo sé...
-Por suerte yo puedo ayudarte en éso. Quizás no lo sabes pero tengo experiencia con hermanos.
-¿Y cuál es tu consejo del día?
-Que lo busques- ____ mordió su labio considerando la idea, nunca había dudado tanto sobre lo que era y no correcto- será un alivio para tu salud mental y emocional. ¿Me harás caso en ésto?
-Te hago caso en muchas cosas Bill. Lo pensaré, te lo prometo.

El sonido del agua de la ducha la despertó, si había algo mejor que dormir con Bill, ____ lo dudaba mucho. Abrió sus ojos lentamente, el reloj marcaba las 07am y Bill ya estaba en pie, aunque no iría a trabajar ése día.
La puerta del baño se abrió y ____ cerró sus ojos rápidamente pensando en cualquier cosa para evitar la risa que le había dado. Se animó a espiar un poquito y lo vio de espaldas revisando un cajón, con un pantalón, su pelo mojado y sin camiseta. Era una obra de arte espectacular.
-Ya sé que estás despierta...
Bill solía despertarse primero casi siempre. Parecía tener un reloj biológico que le anunciaba que allá fuera el sol ya había salido, y aunque no pusiera alarma abría sus ojos de todas maneras. Ya tenía demasiada experiencia para saber que ____ se despertaría como mucho veinte minutos más tarde. Parecía que su reloj biológico le avisaba que Bill ya no estaba a su lado.
Salió de la ducha y percibió un movimiento demasiado suave en la cama. Probablemente antes de ____ jamás lo habría notado pero con ella había aprendido a ser más observador y consciente de las cosas que lo rodeaban. Edison solía burlarse diciendo que ella les había contagiado su paranoia, Bill pensaba que era porque ya estaban demasiado acostumbrados a su silencio y se habían vuelto inmunes.
Se acercó a la cama y se apoyó sobre ella sin llegar a tocarla. Sus labios se veían un poco entreabiertos su pecho subía y bajaba en una respiración que simulaba ser relajada pero Bill la había notado mucho más lenta al despertar, cuando efectivamente ____ había estado dormida.
Finalmente ella no aguantó más y se tapó con la sábana para comenzar a reírse como niña.
-No me quiero levantar...
-Tendrás que hacerlo porque no te pienso traer el desayuno princesa.
-No quiero desayunar, quiero quedarme en la cama todo el día.
-Si hay un día para la flojera será el domingo. Hoy haremos actividades de novios. Salir a pasear en bicicleta, tomar helado, sacar a Acho y todas esas cosas que en Egipto no hicimos porque nos explotaban y aspiraban nuestra juventud.
-¿Y me comprarás flores?- la voz de ____ se escuchaba apagada debajo de la sábana.
-Todas las que quieras.
-Aún así pienso que quedarnos en la cama sería genial.
-Bueno, a la tarde planeaba ir al Ministerio...- Bill hablaba como si quisiera tentarla.
-¡Yupiii, que divertido!- contestó con sarcasmo.
-Sí, ahí trabajan Edi y Parker pero si no quieres...- ____ destapó sus ojos brillantes.
-Dijiste que estaban muy ocupados.
-Mmm mencioné tu nombre y se hicieron un lugar pero si prefieres el viernes de flojera puedo cancelar. Seguro encuentran otro tiempito el mes que viene.
-Usas a nuestros amigos en mi contra- se quejó mientras buscaba ropa en los baúles.
-La culpa la tienes tú por hacer que te quieran.
-Pero soy irresistible, yo no tengo la culpa de éso.
-Ajam...
-Es en serio, mírame Bill- la miró con una media sonrisa, ella tenía un pijama, estaba despeinada y con los ojos un poco hinchados- ¿Tú has visto lo que soy? Cuando salgo a la calle no me dejan ni caminar...
-Yo te dejaré sin caminar si te sigues paseando frente a mí con esa ropa.
-Aaa William ¿Acabas de decir algo sucio? Llamaré al profeta.

Lo que empieza en Egipto (Bill Weasley)Where stories live. Discover now