Lo que empieza en Egipto (Bill Weasley)

Sangre, amor, lágrimas y profesías.

Hola, antes de que empiecen a leer les quiero hacer una advertencia:
Prepárense para más de 25000 palabras jajajaja
Sé que es un capítulo demasiado largo, mucho, y que la mayoría no lo va a terminar de leer porque se van a cansar pero...
¡¡ES EL ÚLTIMO!! O el casi último ya que me queda una última cosita que quiero agregar después. Los dejo leer tranquilos y vuelvo a hablarles más adelante ❤❤

SANGRE

Porque ninguna tierra posees,
Porque ninguna patria es ni será jamás tuya,
Porque en ningún país,
Puede arraigar tu corazón deshabitado

La risa de su sobrina, proveniente del impecable jardín que Cynthia se encargaba de mantener sola, se inmiscuía por la puerta abierta. La niña la soltaba cada vez que saltaba del banco hasta el suelo, ondeando detrás de ella una capa de princesa y blandiendo una espada de plástico. Era una risa infantil, vigorizante y de alguna manera brillante pero en la mente de ____ se sentía lejana y debilitada.
Giró con distracción el vaso que tenía entre sus manos, los cubos de hielo chocaron entre sí y contra el cristal provocando un ruido que resultaba extrañamente refrescante, aunque ____ aún no había bebido ni un sorbo del té que se mecía adentro. Hacía demasiado calor, sobre todo después de haber limpiado la enorme cocina y la sala. El aire acondicionado que Ben había comprado el año anterior se había roto y el ventilador de techo sólo servía para mover de un lado a otro el aire caliente. Una gota de sudor se deslizó entre sus pechos, se perdió más allá de lo que el escote de su remera permitía ver y le provocó cosquillas, trayéndola a la realidad momentáneamente. ____ miró el reloj en su muñeca y decidió que dejaría volar a Lilah en su imaginación un par de minutos más antes de pedirle que entrara a cenar, quizás Cynthia se podría unir a ellas. Le prepararía algo liviano aunque sinceramente dudaba de que su cuñada tuviera fuerzas para algo más que un vaso de agua.
Hacía dos horas, cuando había llegado, ____ había encontrado la casa de Ben sumida en sombras. La televisión encendida con el volumen fuerte en el canal de los dibujitos, su sobrina estaba comiendo un montón de dulces tirada sin remera en la alfombra sucia, los platos formaban una montaña en la mesada, había ropa tirada por todos lados y Cynthia estaba abrazada al inodoro sin posibilidad de alejarse de ahí en un largo tiempo. Así que ____ había usado su magia para poner orden mientras le preparaba el almuerzo a Lilah varias horas más tarde de lo usual. Luego de eso las cosas habían recuperado un poco la calma, durante la última hora Cyn se había levantado sólo dos veces al baño, pero ____ pensó que lo mejor sería pasar la noche ahí. Al menos hasta asegurarse de que Lilah no moriría de inanición.
Bajó la vista al libro de pociones que había estado leyendo pero no se pudo concentrar en su lectura. La frase que Moody le había gritado sin compasión en medio de la cocina de Molly Weasley le hizo fruncir el ceño con enojo, pero también con pena:
¡No perteneces aquí! Sólo tienes un lugar en ésta reunión por ser la chica de Bill.
Bill la había defendido, ____ esperaba que lo hiciera, pero su defensa había sido algo pobre. No se podía negar que ella no pertenecía por completo a ése lugar (le había quedado claro cuando supo que la orden no había intervenido en su rescate años atrás) pero pensaba que las asperezas con Dumbledore se habían limado lo suficiente para que sus ideas fueran tomadas en cuenta. Para ser considerada una más del grupo.
-Que decepcionante- dijo en voz alta, transformando la tristeza en enojo.
Se levantó del sillón, sintiendo cómo su piel se despegaba desagradablemente del tapizado de cuero, y se dirigió al inmenso ventanal dejando el vaso con té en una mesita. Permaneció un instante con la mirada fija en el sitio exacto donde una mosca se golpeaba contra el vidrio una y otra vez. La actitud del insecto, desesperado por escapar sin importarle el daño que se causara, ignorando que a tan sólo unos metros, del otro lado de la sala, había una puerta abierta por donde salir, le hacía pensar en sí misma. Cerró los ojos, inspiró hasta sentir sus pulmones llenos del pesado aire del lugar y lo soltó en una exhalación mientras su mano izquierda se balanceaba y abría con magia el ventanal.
Levantó su mirada al cielo, captando el minúsculo espacio que ocupaba la mosca dentro de todo el universo y se sintió igual de pequeña e insignificante que ella.
Un segundo después de haber sido liberado, el insecto encontró su muerte en la farola eléctrica que su hermano había instalado como una máquina mortal para todos los animales voladores que se acercaban hasta ahí.
-Mierda...
-¿Otra más?- el cabello rubio y enredado de Cynthia rozó su hombro al pasar a su lado arrastrando los pies, ____ vio cómo su cuñada se inclinaba y miraba el suelo de madera donde la mosca había terminado con las patas hacia arriba- pobrecilla... éste calor las ha multiplicado, parecen una plaga. Son asquerosas ¿No?
-¿Qué haces aquí? Debes hacer reposo, iba a llevarte algo enseguida.
-Estoy bien- le aseguró la rubia mientras se dejaba caer en el sillón con su pijama- es sólo que los mareos y las náuseas no me dejan ni caminar- extendió su mano y ____ la tomó sintiéndose preocupada, estaba fría y sudada- espero no haberte molestado ¿Tu reunión era importante?
-Para nada, me salvaste de un mal momento de hecho.
El llamado de Cynthia la había obligado a abandonar la reunión de la orden y ____ pensó que era lo mejor. Puede que sostener el cabello de su cuñada mientras ésta vomitaba no fuese el mejor plan para esa noche pero lo prefería a seguir discutiendo con Moody.
-¿Siguen los problemas? ¿Con la familia de Bill? Pensé que todo se había arreglado.
-Lo hace durante un tiempo pero es una batalla constante. Aunque su madre ya no me odie tanto y le agrade a sus hermanos siento que jamás voy a poder entrar en su círculo. Siempre voy a ser una forastera tratando de encajar en un lugar cerrado y repleto de reglas que no puedo descifrar. Y a veces ni siquiera quiero.
-No es así para Bill, él no te ve como una persona ajena. Y se van a casar.
-Lo sé es sólo que a veces pienso que mi comodidad y forma de ser son un sacrificio demasiado grande para estar con él y sentirme aceptada.
-¿Te arrepientes?- preguntó Cynthia haciendo un esfuerzo para sentarse y mirarla mejor.
-No. Nunca busqué la aceptación de nadie- sonrió y luego bajó la mirada- pero me gustaría que entendieran... ya no sólo se trata de Bill. Es todo Londres, es Hogwarts, Sirius y todos diciéndome que ellos tienen algo en común y yo sólo soy una criminal.
-Donna... No seas tan dura contigo misma.
-Eso me recuerda a que preparé té. Es helado- aclaró ante la mirada ilusionada de la inglesa- lo hice para Lilah pero queda bastante todavía.
-Gracias, linda. Pero no creo poder retenerlo mucho tiempo.
-Llamé a una amiga, puede venir a revisarte si éso quieres. Yo pienso que lo necesitas- agregó, llamando a Lilah mientras acomodaba una vajilla plástica con magia.
-Ayer fui al hospital- comentó Cynthia mirando con distracción cómo ____ le ayudaba a su hija a quitarse la capa y le pedía que fuera al baño a lavarse las manos- me descubrieron un parásito.
-¿Qué?- preguntó acercándose con una mirada preocupada- ¿Cómo no me lo dijiste hasta ahora? ¿Le has avisado a Ben? ¿Qué tipo de parásito es?
-Uno grande. Lo expulsaré en un par de meses y luego me llamará mamá.
-¡Eres una idiota!- gritó ____ soltando una carcajada de felicidad y abrazándola con fuerza- ¡No vuelvas a asustarme! ¿Hace cuánto? ¿Ben lo sabe?
-Tres meses y por supuesto que no. Quiero que sea un secreto, lo estuve sospechando pero ayer tuve los resultados y no quiero decírselo por teléfono- bajó la voz hablando deprisa al mismo tiempo que Lilah entraba con Acho ladrando detrás de ella- Lilah tampoco sabe nada así que disimula tu alegría.
-Haré lo posible ¿Necesitas que me quede hasta que Ben vuelva?
-Me encantaría. Adeline vendrá mañana pero si pasas ésta noche con nosotras me sentiré más tranquila.
____ asintió. La idea de alejarse del mundo mágico también le resultaba tranquilizadora.