Capitulo 33

478 14 2
                                    

-¡Achee!-expreso cierta semidiosa pelirroja con un estornudo que llamo la atención de la contraparte de su hermano.

-¿Eh? ¿Acaso estas teniendo algún problema con el clima, Kushina?-pregunto Naruto.

-Para nada. No puedo enfermarme tan fácilmente. En todo caso, alguien debe haberme mencionado.

-Ya veo.

-Aunque eso no me preocupa. Lo que me realmente incomoda es que de repente tengo la impulsiva necesidad de hundir mis hachas sobre una princesa mimada y una cerebrito con lentes-dijo la chica tomando una de sus armas con un aura funesta.

-.....

-Pero serán solo locuras mías-dijo la pelirroja excusándose con una mano. -Mejor concéntrate en tu búsqueda. Cuanto antes termines con los malhechores que amenazan a este Midgard, mas rápido podrás ayudarme a encontrar a mi Shinji y luego te llevare a Asgard. Ya quiero que mi hermano y tu se conozcan.

-Todo a su tiempo-dijo Naruto volviendo a activar sus habilidades sensoriales.

Actualmente, Naruto, Kushina, Sakura y Satsuki, se encontraba en la cima de una montaña en las extensiones del País de la Tierra. Estaban buscando el lugar exacto donde Satsuki había sido atacada, en la esperanza de encontrar a los cinco reyes antes de que hicieran un movimiento que pusiera en riesgo la integridad del mundo shinobi. Naruto ya había visto y probado de lo eran capaces, por lo que detenerlos era una prioridad.

Si bien las habilidades de rastreo de Naruto eran soberbias, por lo visto sus enemigos sabían bien como cubrir sus huellas y por ello es que su labor todavía estaba en proceso.

-Argh. Es que acaso no pudiste haber puesto algo de esfuerzo en recordar donde apareciste-cuestiono Sakura a su ex-compañera.

-Lo lamento. Me atacaron antes de que pudiera hacer un correcto estudio del entorno-dijo Satsuki de mala gana.

-Seria una excusa aceptable de no ser porque cuentas con Sharingan para captar información que un humano normal no podría.

-Sobre eso...Yo he estado absteniéndome de usar mi doujutsu a menos que sea completamente necesario-dijo la pelinegra con un dejo de incomodidad.

-¿Disculpa?

-No solo me está ocasionando terribles migrañas, sino que está deteriorando mi vista.

-Je. Con que el Mangenkyo Sharingan por fin esta pasándote factura-dijo Sakura con cierta burla.

-Grrrr. Eso temo-dijo la pelinegra con molestia, habiendo notado la risa de su ex-compañera. -No he llegado al punto de la ceguera, pero actualmente uso lentes de contacto para corregir el deterioro que presento.

-Urgh. ¿Y acaso no pudiste habérnoslos dicho antes? Es un hecho de que no eres acta para combatir.

-No creas que no me he fortalecido desde nuestro último encuentro. Aun sin el Sharingan, soy más fuerte que cualquier shinobi que conozcas.

-Eso espero. No quiero que tu presencia sea un estorbo.

-No lo será.

-Atención. Los encontré-dijo Naruto a sus compañeras.

-¿Dónde están?

-Cinco kilómetros al este. Su base está dentro de una cueva.

-¿Nos colaremos allí?-pregunto Satsuki.

-No. Tomaremos un acercamiento más directo.

[Al mismo tiempo, en la base de los cinco reyes]

-Repasemos una vez mas lo que haremos-dijo Ifrit a sus hermanos, teniendo a sus espaldas un mapa que mostraba las distintas aldeas del mundo Shinobi. –Cada uno ira a la aldea que jactanciosamente se llama como el elemento que cada uno de ustedes controla. Hagan algo de ruido y busquen la atención de sus gobernantes. Civiles y Shinobi. Déjenles en claro que su momento ya termino. Si quieren rendirse, déjenlos con vida, pero si no escuchan razones, nada les impide arrasar con todo lo que tienen a su alcance. Si esta en sus manos, dejen una cicatriz que ellos no puedan olvidar.

Naruto el remolino relampagueanteWhere stories live. Discover now