Capitulo 11

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-Esto será un atentico paseo-dijo sarcásticamente Sakura a sus compañeros, que estando todos en frente de un desierto cuyas arenas eran de color rojo y tenía una extensión aparentemente interminable.

Hacía poco que había dado inicio la primera etapa de los exámenes chunin. El Kazekage dio un discurso cuyas palabras tuvieron poco significado para los participantes, pues ellos solo estaban pensando en destrozarse unos a los otros. Los genin solo atendieron a los organizadores cuando el examinador de la fase, Baki, tomo la palabra.

Su objetivo era buscar un grupo de monedas especiales que habían sido dispersadas por el Desierto Infernal, lugar donde se llevaría a cabo la prueba. Muchos vieron aquello como un desafío sencillo, puesto que pensaron que una vez que consiguieran una, ya aprobarían. Sin embargo, la prueba iba más allá de eso.

Había en juego exactamente mil monedas. Las cuales estaban repartidas en una forma muy peculiar. Primero, había unas pequeñas bolsas que contenían entre 10 y 25 monedas, las cuales en total tenían 250 piezas. Segundo, había cuatro cofres escondidos con 125 monedas cada uno. Finalmente, los examinadores tuvieron la brillante idea de darles de comer a los lagartos de roca, una especie de iguana autóctona de Suna, un total de 250 monedas.

Los reptiles no eran especialmente peligrosos ni grandes, ya que solo median unos 30 cm, pero eran terriblemente molestos por su habilidad para ocultarse en la arena, su hábito de desplazarse en manada y su gran voracidad. Razones que eran suficientes para que los animales fueran considerados una plaga por la población local.

Los genin se verían en la obligación de darles caza a aquellas criaturas rastreras, que eran muy numerosas porque su temporada de apareamiento estaba en pleno apogeo, si es que querían pasar de etapa.

Más de uno califico como demente a la prueba, pero si se analizaba cuidadosamente se descubriría que esta tenía bases muy solidas.

Para empezar, un shinobi solía tener más un objetivo en una misión, especialmente en un escenario de guerra, en donde además se daba el caso de que existían muchos interesados para una misma cosa.

Los participantes básicamente tenían que buscar "insumos" y "capital", elementos esenciales en una guerra, para luego llevarlos a su "aldea" de forma segura. La "aldea" eran los examinadores, quienes solo recibirían las monedas pasados cinco, que era la duración que tendría la etapa. De esa forma también se probaría la resistencia de los genin y su capacidad para cuidar lo que sería el encargo en una misión.

Una vez que el tiempo establecido terminara, los primero ocho que tuvieran más monedas pasarían a la siguiente.

Con todo eso presente, los participantes ingresaron al Desierto Infernal a través los diferentes puntos indicados por los examinadores. El equipo 7 fue a dar a una zona donde abundaban las dunas y no se vislumbraba ningún tipo de vegetación. Era obvio para ellos que no encontrarían nada por esos lares.

-Parece que esta vez avanzaremos a ciegas. No podemos contar con la habilidad sensorial de Naruto, a menos que apuntáramos a robar monedas-dijo Sasuke.

-Lo cual no será el caso. Evitare buscar pelea con los otros participantes, al menos por esta fase-respondió el rubio.

-¿¡En serio!?

-Sí. Hay otras cosas de las que me ocupare y no quiero involucrar a oponentes de otras aldeas.

-Bien. Supongo que entonces debemos enfocarnos en encontrar una forma de localizar las monedas.

-Lo más obvio es que nos dividamos, pero no creo que sea una buena maniobra en este terreno-dijo Sakura.

-Lo mismo opino- dijo el pelinegro suspirando. -Esto será difícil.

Naruto el remolino relampagueanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora