Capitulo 3

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[Semanas después]

Lastimosamente, Asume no pudo ser muy veraz con sus palabras y al equipo 7 le toco una buena dosis de misiones de rango D. Aburridas, molestas y denigrantes era la única como Naruto podía describirles. Si tan importantes eran, no entendía porque no las incluían en medio de la academia ninja. Sus compañeros también las encontraban irritantes, mas el Uzumaki tenía una razón adicional por la que no toleraba hacer esas misiones.

-De ninguna forma. No permitiré que ese demonio si quiera se acerque a mi tienda- dijo el dependiente de la misma, cruzado de brazos para mostrar su rechazo al sensei del equipo 7.

-Señor, está pidiendo que transportemos cuarenta y ocho vigas de madera de un lado de la aldea al otro. Le sugiero que deje trabajar al muchacho o me veré en la obligación de cancelar la misión y notificar que el pago de la misma no es acorde con el pedido, que a mi juzgar seria más del triple de lo establecido.

-Eso es un ultraje. Estoy pagando lo justo por un simple trabajo. ¿Acaso no es su deber cumplir con los pedidos de los aldeanos?

-Mi deber como shinobi en realidad implica otras cosas. Puedo cortarle el cuello para darle una demostración- dijo Asuma con suma tranquilidad asustando al cliente. – ¿Ahora qué dice sobre el trabajo?

El dependiente estaba muy molesto por el descaro del Sarutobi, pero poco podía hacer ante el hijo de Sandaime. Con desagrado le dijo al jounin que responsabilizaba al demonio de cualquier daño a sus mercancías para luego cerrarle la puerta en la cara.

Con el visto "bueno" para trabajar, Asuma autorizo a sus alumnos para que empezaran a mover el mandado que se encontraban en la entrada principal de la aldea. Los jóvenes meditaron sobre cuál era la mejor forma de realizar el transporte, puesto que los paquetes de cuatro vigas se veían bastante pesados e incómodos para cargarlos una sola persona. Lo más lógico era separarlos y llevarlas de una en una aunque eso les llevara todo el día. Pero como eso era demasiado trabajo, la Haruno sugirió que los varones llevaran en pareja los paquetes, mientras que ella se las arreglaba para llevar una separada.

-Es una idea igual de terrible. Ustedes lleven un paquete entre ustedes y yo me encargo del resto-declaro Naruto.

-Hey y donde se supone que queda la caballerosidad-le reclamo Sakura. –No seas un flojo y ayuda a....-las palabras de la pelirrosa se cortaron al ver que Naruto tomo dos de los paquetes vigas y los cargos en sus hombros, luego se dirigió a la entrada.

-¿No se supone que debemos rodear la aldea para llegar al punto de entrega?-pregunto Sasuke, quien estaba igual de impresionado.

-Es más corto por aquí-dijo el chico antes de empezar a correr con la pesada carga.

-Sensei, ¿Cómo cuánto pesa cada uno de estos paquetes?-pregunto Sakura, quien en realidad no quería saber la respuesta.

-Los civiles no quisieron traerla porque es una madera muy densa, así que cada bulto debe pesar más de una tonelada-dijo Asuma fumando un cigarrillo para tratar de superar esa bestialidad.

-...-la chica quedo en silencio. Ninjas o no, era una locura que les dieran semejante trabajo.

-Sakura-dijo el Uchiha.

-¿Qué?

-Ni de chiste puedo con uno de esos paquetes.

-¿¡Y tú crees que yo sí?-dijo la chica ya molesta de que su sensei les encomendara ese trabajo tan malo.

Mientras tanto en la aldea, el rubio tampoco disfrutaba con su cometido. Miradas de odio, susurros venenosos e insultos indirectos le acompañaban en su trayecto por las calles de Konoha.

Naruto el remolino relampagueanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora