Naruto el remolino relampagueante

Capitulo 22

-Ya hemos hecho varios viajes, pero aun no puedo acostumbrarme a esto-dijo Sakura al terminar de atravesar el vórtice del sello caer en un suelo hecho de piedra.

-Sí. Resultan bastante agitados- le respondió Naruto estirándose para superar la tensión que provocaba el ser transportado de una dimensión a otra.

-Niñerías. Esto no es nada en comparación a la sensación de ser sellado-dijo Kurama a los jóvenes, sin embargo el también se sentía terrible por el viaje.

-¿En dónde estamos?-pregunto Sakura generando un orbe de luz para iluminar sus alrededores permitiendo que los chicos vieran que estaban en un gran salón de piedra, de aspecto antiguo y deteriorado.

-Es uno de esos templos que creo Tsukihime. No entiendo porque tiene que tener tantos para un único fin- dijo Naruto. –De verdad que se tomo demasiadas molestias creando su dimensión.

-Recuerda que este lugar no fue creado por la Tsukihime que conocen sino por otra-dijo el zorro.

-No necesitamos saber el porqué. Lo mejor es que encontremos a quien buscamos cuanto antes-dijo severamente la chica para empezar a caminar hacia un pasillo.

-...- Naruto entonces le vio con cierta preocupación.

Ya sabía que Sakura era una persona que era directa con sus objetivos, como el de encontrarse con su padre, pero el verla tan apresurada por eliminar a Satsuki, era algo preocupante.

-Espero que estés listo para buscarla-dijo Sakura conforme se acercaba a la salida de la habitación.

-¿Uh?-expreso el rubio al salir de sus pensamientos.

-Si este mundo es tan grande como el otro, necesitare de tus habilidades de sensor para dar con Satsuki.

-Por supuesto. Me imagino que esa chica debe tener un Chakra como el de Sasuke y Setsuna. Debo ser capaz de encontrarla en un abrir y cerrar de ojos-dijo el chico para abrir un portón de piedra que les dio paso al exterior.

Ambos jóvenes y el zorro quedaron boquiabiertos al ver el sitio en donde encontraban. No era un desierto interminable o una montaña escarpada, se trataba de una enorme aldea que era por lejos muy distinto a cualquier cosa que ellos hubieran visto. La razón de su asombro eran los enormes edificios que superaban con gran facilidad el monte de los Hokage. Ante ellos no había una simple aldea, eso era una ciudad en toda regla.

Ellos en realidad estaban en una zona que podía definirse como un barrio bajo, cosa que era evidente, ya que los habitantes presentes vestían con atuendos que se veían deteriorados y sucios, pero eso no evitaba que ellos se dieran cuenta que estaban en lugar muy distinto al mundo que conocían y al continente shinobi.

-Creo que mi aproximación puede estar algo errada-dijo Naruto sintiéndose algo abrumado por la cantidad de habitantes que podía sentir en el sitio. –Tardare en dar con Satsuki.

-Te comprendo, hay muchas señales con las que te puedes confundir. Entonces deberemos informarnos de la forma tradicional-dijo Sakura.

Con el cuidado de que Kurama se transformara en un perro para no llamar la atención, cosa que no le gusto en lo absoluto, el grupo se dispuso a recorrer la población. Lo primero fue desplazarse a la zona más moderna de la ciudad, debido a que Naruto sentía que el lugar donde terminaron no era del todo seguro.

No estaba del todo errado, ya que aun cuando ese barrio alojara a personas humildes, allí también se encontraban personas que cazaban a cualquier incauto con apariencia de tener algo de dinero y los jóvenes con sus vestimentas, parecían los blancos perfectos.