Capitulo 19

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Una par de días fueron suficientes para que Naruto llegara a la conclusión de que en verdad necesitaba de aquella estadía en la dimensión de Tsukihime.

No tanto por el entrenamiento. Era la oportunidad de poder dar rienda suelta a todo su poder sin temor de dañar a alguien y experimentar el tipo de aventuras que siempre había querido probar.

Técnicamente podía considerarlas meras ilusiones debido a su procedencia, pero no le dio mayor importancia, ya que sentía que era una antesala a algo mayor.

Su dominio sobre el Mokuton fue su prioridad en los primeros días, debido a que de esa forma podía crear árboles frutales y obtener el material necesario para construir la vivienda que usarían él y sus compañeros durante su estadía en ese mundo.

Su asentamiento quedo ubicado a las orillas de un lago de agua dulce, que estaba a unos kilómetros de la costa. Los presentimientos de Naruto no estaban equivocados y ellos pudieron conseguir una enorme zona continental al este de la isla que le recibió.

Los jóvenes pensaron que estarían condenados una vida algo ermitaña, pero Tsukihime logro traerles algunos implementos para hacer más cómoda su estadía. Cosa que agradeció mucho Sakura, pues aunque quería estar con los suyos ella no podría soportar estar a la intemperie por tanto tiempo sin tener algunos artículos de limpieza.

Si les resulto extraño a los jóvenes que ella pudiera proveerles de esas cosas, al no tener control sobre el mundo que ella misma había creado, pero se lo dejaron pasar debido a que no era algo muy significativo.

El siguiente aspecto en el que se esforzó Naruto en mejorar fue el Fuinjutsu, ya que con este podía dotar su hogar de los servicios básicos como agua, luz y cocina. Era un hecho que tenía que preocuparse de ese tipo de cosas si iba a pasar una buena temporada en aquel lugar.

Luego de establecerse con seguridad, el Uzumaki empezó a enfrentarse a las criaturas de aquella dimensión.

Los primeros que dieron la cara fueron una pareja de dragones, uno verde y otro rojo. Si bien no representaron problema alguno, el ver como la llamada Rathian y el Rathalos eran una pareja que operaba en casi perfecta sincronía, le hizo preguntarse si era posible que él y Sakura pudieran ser hacer lo mismo.

Es decir, Sakura era una de las pocas personas a las que podía llamarle un igual y le interesaba poder combatir junto a ella. Sin embargo, eso no parecía posible, debido a que la chica tendía a comportarse algo distante con él.

En primer momento era de verse que a la chica le molestaba mucho Shinji, pero ahora estando solo ellos dos, Naruto se percató que en realidad a la chica también le incomodaba su presencia.

Con cualquier otra persona le hubiera importado poco la situación, ya que estaba acostumbrado a ese tipo de tratos, pero esta vez le molestaba un poco.

No parecía ser por el hecho de que ahora era compañero de Kurama, ya que ella hablaba con normalidad con el zorro. Era específicamente con su persona. Lo había notado en algunas miradas que ella le dedicaba en algunas ocasiones, las cuales estaban cargadas de melancolía y cierta tristeza. Para empeorar las cosas la Balderdottir evitaba hacer comentarios sobre su pasado y era difícil determinar qué era lo que molestaba.

El Uzumaki casi sentía que la única razón por la que ella estaba a su lado, era porque él tenía grandes posibilidades de llevarla a su tan apreciado hogar. Naruto esperaba ayudarla todo lo que pudiera, pero también esperaba establecer una mejor relación con su familiar.

Resultaba raro pensar que esa Sakura era técnicamente su prima dado que Balder era el hermano de su padre, pero a esas alturas era poco lo que podía cuestionar, especialmente cuando estaba en mundo completamente desconocido y ajeno al suyo.

Naruto el remolino relampagueanteWhere stories live. Discover now