Naruto el remolino relampagueante

Capitulo 23

-Seré sincero, Sakura. Me parece que si Satsuki está en este mundo, ya debe estar en una tumba –dijo Naruto para luego tomar de la bebida que había ordenando en el restaurante que ocupaban el y la pelirrosa.

A los jóvenes les tomo horas el encontrar la salida de esa cueva en donde se encontraban, la cual puso a prueba toda su resistencia Asgardiana. Era un hecho que ningún humano normal podría superar ese lugar de una sola vez como ellos hicieron.

Al salir dieron con una pradera que solo era un poco menos peligrosa que las ruinas. Sin embargo, los jóvenes no dudaron en usar sus distintivas formas de vuelo para alcanzar el puerto que el rubio había localizado.

El lugar era un completo bullicio, pues era una zona comercial y abundaban los mercaderes que vendían cosas que en su mayoría eran desconocidas para el par. Nada que les importara, pero al menos no contaban con la sensación de que estaban en bancarrota, ya que mientras recorrían las ruinas consiguieron un par de cofres con dinero. No tenía sentido el porqué estaban allí, pero prefirieron no desaprovecharlos y con ellos es que pudieron permitirse su primera comida decente. Que Tsukihime les haya facilitado comida no significaba que ellos supieran cocinarla apropiadamente.

-No descarto esa posibilidad, pero aun tengo confianza que le encontrare-respondió la chica.

-¿Qué propones que hagamos?-dijo Naruto.

-Debo imaginarme que Satsuki debe habérsela pasando entrenando o buscando poder. Originalmente ella estaba obsesionada con vengarse de su hermano.

-¿Hermano? Pensé que ella tendría una hermana.

-No. El hermano de Satsuki era Itachi. Al final él fue un buen hombre. A pesar de que fue uno de los causantes de la masacre del clan Uchiha, Itachi siempre pensó en el bien de su aldea y hermana. Es una verdadera lástima que esa enfermedad le consumiera.

-Me lo imagino.

-En fin, debemos localizar algún lugar donde ella pudiera entrenar o algo así.

-Es un objetivo algo difuso.

-Al menos podemos contar con eso.

Los semidioses decidieron hospedarse en una posaba con el fin de organizar mejor búsqueda en Balfonheim, el cual era el nombre del puerto. Para esta no solo se limitaron a preguntar a los transeúntes y comerciantes, sino que también consultaron en las bibliotecas y librerías que estaban distribuidas en el pueblo.

Aprendieron un poco sobre la historia de ese mundo y sus costumbres. Era un lugar relativamente pacifico, ya que la guerra era prácticamente un tabú. No tenía sentido que las personas se ocuparan de matarse a sí mismas cuando estaba rodeados de criaturas tan peligrosas. Era por ello que las todas organizaciones parecidas a ejércitos tenían como mayor propósito defender los poblados de posibles amenazas.

Sakura considero que era poco probable que Satsuki se uniera a alguno de esos grupos, aunque para ella lo más lógico era que la Uchiha fuera una cazadora independiente que solo se ocupara por las recompensas que ofrecían por la eliminación de ciertos monstruos.

Luego de tres días, ya las cosas se habían tornado un tanto aburridas para Naruto por lo que se dedico a buscar sobre otros temas. Encontró que en ese lugar el Chakra no era tan común y la mayoría abogaba más por el uso de armas como las suyas y un extraño arte que llamaban magia. Este era un tema que se escapa de sus manos, ya que al parecer implicaba un manejo muy preciso de la energía espiritual y su control de Chakra no cubría tal área.

-Espero que encuentren pronto a esa Uchiha. Ya me está fastidiando esta misión-dijo Kurama al chico mientras caminaban por los muelles.

-Yo también quisiera ponerle fin, pero hay que admitir que ha sido divertido todo este viaje.