ᴘᴀʀᴛᴇ 𝟷𝟶

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Pilar.

La fiesta de cumpleaños de Santi ya había empezado y había mucha gente. La música sonaba en todas las partes de la casa y el anfitrión estaba disfrutando mucho.

Caro y yo llegamos juntas y nos adentramos en la casa. Saludamos a las pocas personas que conocíamos y nos adentramos para encontrar al cumpleañero.

—¡Feliz cumpleaños!— Caro y yo dijimos al unísono. Salté a sus brazos y le di un beso en la mejilla.
—Gracias— Río y nos volvió a abrazar.
—¿Quieren tomar algo? Sírvanse tranquilas— Nos señaló el lugar donde estaban los vasos y las bebidas.
—Gracias, Santi.

Nos apartamos y nos dirigimos a donde el rubio nos había indicado, para servirnos un trago.

Divisé a Purre subiendo las escaleras con una rubia que vestía un pantalón engomado y algo que parecían ser botas negras. Sentí mi corazón latir fuerte. Tenía que ignorar ese sentimiento.

—Ya vengo— Le anuncié a Caro y fui en dirección al patio, para tomar algo de aire.

Suspiré frustrada. Esto no estaba en mis planes. Pero luego entendí que mi miedo no era estar enamorada de Purre, sino que el se enamore de alguien más y deje de lado nuestro algo. Bebí un gran sorbo de mi bebida para ahogar cualquier sentimiento relacionado al morocho, quien ocupaba mis pensamientos a diario últimamente.

Al cabo de una hora había demasiado alcohol en mi sistema y Caro estaba cuidándome de que no haga ninguna locura. Luego lo lamentaría, mi amiga merecía disfrutar la fiesta.

—Quiero bailar, déjame— La pelirroja sostenía mi brazo y me ofrecía agua constantemente.
—Vamos arriba, ¿Si?— Me llevó a rastras por las escaleras y mientras subíamos encontramos a quien no quería encontrar.

—¿Estás bien, Pili?— Sonaba preocupado y divertido por la situación al mismo tiempo.
—Lo estará— Mi amiga siguió su camino y él nos siguió. Dios.
—Tomó demasiado— Explicó ella, como si yo no me encontrara ahí. Llegamos a una habitación y me recosté en la cama.
—Yo la cuido— El héroe habló y Caro sonrió agradecida.
—No me dejes con el— Pronuncié sentándome en la cama.
—En un rato vuelvo— Rió y se marchó, abandonándome.

•••

Purre.

Pili estaba en un estado en el que nunca la había visto. Yo la observaba desde un pequeño sillón al costado de ella.

—¿Por qué no me estás besando?— Una carcajada se escapó de mis labios y ella me miró con confusión.
—No me voy a aprovechar de esa manera— Ella se levantó y se acercó a mi.
—Quiero tener sexo con vos— Me sonrojé levemente. Estaba demasiado ebria y tenía que hacer algo.
—No es el momento— Contenía mis ganas de reír. Era muy divertido verla así.
—Estoy mareada— Se puso pálida y a los segundos tenía su vómito bañando toda mi vestimenta. Agradable.

—Perdón— Se limpió la boca y me miró apenada. Yo reí negando.
—Necesitas descansar. Te voy a buscar agua. Ni se te ocurra moverte de acá, ¿Esta bien?— Le dije mirándola a los ojos y ella asintió.

Antes de bajar a buscar agua, pasé por la habitación de Santi para cambiarme mi ropa. Tomé su perfume y me rocié un poco para dispersar el olor que desprendía.

En un santiamén ya estaba devuelta y la ví salir del baño.

—¿Te sentis mejor?— Le entregué el vaso.
—Si, gracias— Se acostó en la cama y me hizo una seña para que me acerque.
Me recosté a su lado y ella se acomodó.

—¿Me vas a contar por qué tomaste tanto?— Ella levantó su cabeza y me miró a los ojos.
—No quiero que perdamos esto— Suspiré profundo y pasé mi mano sobre su cabello suavemente repetidas veces.

Nada es para siempre, pero esto no podía acabar nunca.


Casi es el fin de la maratón🙈
Las cosas pueden complicarse a partir de ahora👀

[Maratón 4/5]

ᴍᴇ ɢᴜsᴛᴀ(s) [ᴘɪʟᴜʀʀᴇ]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant