ᴍᴇ ɢᴜsᴛᴀ(s) [ᴘɪʟᴜʀʀᴇ]

ᴘᴀʀᴛᴇ 𝟽

Pilar.

—Yo voy— El timbre sonó y supuse que era el delivery de la pizza que habíamos pedido.

Estábamos en casa de Rena, y no había nadie allí, así que ordenar comida era la opción más viable.

Efectivamente quien estaba detrás de la puerta era el repartidor, así que le entregué el dinero y le agradecí, para cerrar la puerta y servir la pizza en ambos platos. Estaba muriendo de hambre.

—Rena, la pizza llegó— Elevé mi tono de voz para que mi amiga me escuche desde el segundo piso, al cual había ido para tomar su celular.

Mi amiga bajó casi corriendo por las escaleras y se sentó a mi lado.

—Está buenisima— Dijo, dándole un mordisco a la rebanada y cerrando los ojos con una cara divertida.
—Te dije que pizza era la mejor idea— Mi celular sonó y sonreí, mordiendo mi labio inferior.
—¿Debería sospechar?— Preguntó mientras me miraba con los ojos bien abiertos y tratando de descifrar mis expresiones.
—¿Eh?
—Suficiente, contame todo— Puse los ojos en blanco y le dí otro mordisco a la pizza —¿Así que no pensas contarle nada a tu mejor amiga sobre el chico que te gusta?— Cruzó sus brazos, haciéndose la enojada y yo casi me atraganto con la comida al escuchar eso.

Purre no me gustaba, estaba segura de eso.

—No seas exagerada, Rena— Alzó sus cejas —Es solo un amigo— Definitivamente no se veía convencida. Pero debía mantener, lo que sea que tenía con Purre en secreto —Es solo un amigo, ¿Si?— Finjí restarle importancia.
—Lo que digas— Levantó sus brazos, simbolizando su rendición y yo reí.

Igualmente no estaba mintiendo. Purre es mi amigo. Solo eso, ¿No? Las dudas comenzaron a surgir otra vez. ¿Qué éramos? Lo mismo de siempre. Si. Lo mismo de siempre, con algunos pequeños cambios. ¿Debía preguntarle qué éramos? ¿Se hará la misma pregunta que yo?
Eliminé esas ideas de mi cabeza mientras debatía con mi mejor amiga sobre la película que veríamos después.

"Estoy seguro de que te fue bien en el examen" Recibido a las 14:02
"Así que" Recibido a las 14:02
"Celebramos hoy?" Recibido a las 14:02

Decidí contestar los mensajes mientras mi amiga lavaba los pocos trastes que habíamos usado.

"Cena en tu casa?" Enviado a las 14:57
"Con los chicos?"  Enviado a las 14:57

Bloqueé mi celular y me senté en el sillón para encender la televisión y seleccionar la película que veríamos. The notebook, nuestra preferida.

•••

—Cada día amo más esta película— Dije entre sollozos y sonándome la nariz. Era muy llorona, y sobre todo con las películas románticas.
—Ay Pilar, deja de llorar que tampoco es para tanto— En cambio, mi amiga era una piedra. A veces me preguntaba si realmente tenía corazón. No se le caía una lágrima por nada en el mundo.

Estiré mis brazos y miré la hora. Casi cinco y veinte de la tarde.

—Necesito dormir una siesta, así que me voy— Me levanté del sillón y mi amiga me siguió. Tomé mi mochila y chequeé que mi celular esté en mi bolsillo.

—Chau amiga, nos vemos— Hablé y le dí un beso en la mejilla.
—Avísame cuando llegues— Me sonrió desde la puerta y yo caminé hasta mi casa. Eran unas diez cuadras.

Lo primero que hice al llegar fue dormir. Realmente estaba muy cansada: había dormido poco y el estudio estaba consumiéndome hacía varios días.

Desperté de mi siesta renovada y salí de mi cuarto, cuando me encontré con mi hermano, Manuel.

—Hola Pilu— Noté que recién llegaba de la univesidad y le sonreí. —¿Salís hoy?— Cuestionó mientras bajaba atrás mío en las escaleras. Fui a la cocina y me siguió.
—Ceno en la casa de un amigo— Contesté mientras me servía un vaso de agua.
—¿De quién?
—De Purre— le dí un sorbo a mi vaso.
—A las diez me voy a lo de Dani, si queres te llevo— Dani era su novia desde hace dos años. Era una buena chica, y muy dulce.
—Gracias, Manu, a las diez esta bien— Eran más de las ocho y veinte, así que subí a mi habitación para alistarme.

Me bañé, me sequé el pelo y me lo até con unas hebillas a los costados. Un jean con botines blancos y un suéter calentito era mi outfit del día. Hacía bastante frío en Buenos Aires, ya que Julio es pleno invierno.

Diez menos cinco agarré mi bufanda, le di una vuelta en mi cuello, descolgué mi campera del perchero para ponérmela y bajé.

-¿Vamos?— Dijo mi hermano tomando sus llaves y abriendo la puerta.
—Vamos— Salí de mi casa y subí al asiento del copiloto. Abroché mi cinturón y el auto arrancó.

•
Espero que los disfruten!❤️

[Maratón 1/5]