ᴘᴀʀᴛᴇ 𝟹

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Pilar.

Besé a mi amigo. Dos veces.

El insomnio se apoderó de mi. Ninguna película me llamaba la atención, y mi cabeza estaba revolucionada con todo lo que había pasado hoy.
Tal vez por mi impulsividad y la falta de sueño, le envié un mensaje a Purre.

"Estas despierto?" Enviado a las 4:21

Suspiré profundo y sentía mi corazón latiendo fuerte. Mi celular vibró y sonreí inconscientemente al leer el mensaje.

"Pensando en vos" Recibido a las 4:22
"Se lo contaste a alguien?" Recibido a las 4:23

La verdad era que no se lo había contado a nadie. Ni siquiera a mis amigas de la infancia, quienes no eran amigas de Purre. Tampoco tenía ganas de hacerlo. Sentía que era algo que quería guardarme para mi. Un pequeño secreto que me gustaba mantener así, en secreto.

"No" Enviado a las 4:24
"Vos?" Enviado a las 4:24

Me lo imaginé igual que yo, sin poder dormir, y sonriendo con cada mensaje.

"No" Recibido a las 4:24
"Igual me encantó." Recibido a las 4:25

Me cubrí el rostro con las manos, como si hubiera alguien en frente mío. Mordí mi labio inferior y sonreí. Exhalé. Estaba agotada.

Me dormí feliz, y con el celular en la mano, sin darme cuenta que ni siquiera le había respondido. Había sido un día algo loco, pero que me encantaría repetir.

•••

Desperté a eso de las once de la mañana, bajé a hacerme el desayuno y encontré a mis padres en la cocina, lavando los platos.

—Buen día, hija—Mis padres me saludaron con una sonrisa.
—Buen día— Sonreí.
—¿Cómo dormiste?
—Bastante bien—Hablé mientras servía café en una taza.
—¿Venís con nosotros hoy a la casa de tus tíos ?—Preguntó mi papá.

Todos los domingos, casi sin excepción, toda la familia se reunía en la casa de mi tía, hermana de mi mamá. Era algo así como una costumbre familiar.

—Tengo que estudiar, ¿Les molesta si me quedo?
—Claro que no, Pili—Dijo amablemente mi mamá.

Ambos eran muy comprensivos y compañeros, y más aún con mis estudios.

Estaba estudiando psicología, y aunque era mi primer año, requería de mucho esfuerzo.

—Gracias, los amo—Les dí un beso a cada uno y subí mi taza y mis tostadas sobre una bandeja, para sentarme en mi escritorio y comenzar a estudiar.

Iba a ser un día aburrido.

•••

Al cabo de unas horas, ya estaba casi terminando de estudiar y decidí darme un descanso.

Tomé mi celular, revisé Instagram y algo de Twitter, donde expresé mi aburrimiento al estar estudiando con un día totalmente soleado.

Por último abrí WhatsApp, para encontrarme con el mensaje que Purre me había enviado ayer. No dude en contestarle, ya que la noche anterior no lo había hecho.

"A mi también me encantó" Enviado a las 17:06
"Perdón por no contestarte antes, estuve estudiando todo el día" Enviado a las 17:06

Mientras guardaba mis cosas y cerraba mis libros, mi celular vibró, indicando que me había llegado un mensaje.

"Vamos a tomar un helado?" Recibido a las 17:32

"Por favor" Enviado a las 17:33
"Necesito un break"  Enviado a las 17:33

"En 15 estoy afuera" Recibido a las 17:34

Me vestí rápidamente, até mi pelo en una colita alta y terminé de ordenar mi cuarto. El timbre sonó y bajé las escaleras cerrando mi mochila.

Abrí la puerta y nos saludamos con un beso en la mejilla. Decidimos ir caminando hasta la heladería, ya que eran unas pocas cuadras.

—¿Cómo vas con psicología?—Cuestionó el morocho que se encontraba a mi lado.
—Agh, ni me lo recuerdes. Estoy agotada, necesito que termine este semestre—Suspiré.
—Disfrutá el proceso, Pili—Dijo mirándome de reojo con una sonrisa de lado.
—Ya sé, ya sé.

Purre siempre insistía con disfrutar el presente, vivir el hoy y bla bla bla. Yo era totalmente lo opuesto. Me gustaba quejarme y me costaba enfocarme en lo actual, aunque tenía a mi amigo para ayudarme con eso.

Pasamos una tarde agradable, riéndonos de todo y disfrutando de la compañía. La dualidad que demostraba tener nuestra amistad me llevó a pensar qué tal vez si podíamos seguir siendo amigos, después de todo. Y estaba muy feliz por eso.

A eso de las siete de la tarde, estábamos en la puerta de mi casa, mirándonos en silencio el uno al otro. Rodeé su cuello con mis brazos, para poder elevar mis talones y quedar un poco más cerca de él. Tomó mi cintura y me sonrió antes de besarme.

El beso fue lento y dulce. Me atraía más a su cuerpo y sus manos recorrían mi espalda.

—Te veo mañana—Solté, con una sonrisa, abriendo la puerta de mi casa. Le robé un beso antes de cerrar la puerta, y adentrarme en mi casa.

Besé a mi amigo, y no parecía ser tan malo.

ᴍᴇ ɢᴜsᴛᴀ(s) [ᴘɪʟᴜʀʀᴇ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora