○42○

5.5K 505 943
                                    

Adrien

  No, aquello no era verdad. Esa mujer estaba tratando de desviar la atención y despistarme. Mentir e influenciar a todos para volverlos sus marionetas, eso es lo que hacía, tal y como lo habría hecho su esposo. Quería aprovechar cualquier atisbo de debilidad para poder escapar con el bebé intacta y además meterme en su puto chantaje. 

   No sólo se estaba riendo de mí con sus ridículas acusaciones, sino que estaba poniendo en duda la confianza de Marinette.

  Y era algo que no estaba dispuesto a permitir. 

   Entrecerré los ojos y la fulminé con la mirada mientras que salía de rositas por el túnel. 

   «Sí, ya veremos quien se ríe el último»

   Desvié mi atención a su guardaespaldas y sonreí divertido al comprobar que aún seguía apuntándome. 

   —Se te van a cansar  los brazos, colega—dije, cruzándome de brazos.—A este paso te va a temblar la mano cuando tengas que disparar. 

   —Cinco años en la escuela militar. Me pasé días enteros con los brazos en alto, apuntando a un mismo objetivo hasta que pude hacer un tiro limpio. 

   "¿Y quién cojones te ha preguntado? ", pensé y me fijé en el camino que había tomado aquella mujer con el niño, "Joder, esa tía alejándose y éste gilipollas contándome su vida"

   —Oh, sí. Buena puntería, eso es bueno—dije, siguiéndole el juego.—La vas a necesitar. 

   El tipo enarcó y una ceja y me contempló con estupefacción, aunque luego, tomó la escopeta con más fuerza y la cargó. 

   —No me andes con jueguecitos, chico—me amenazó—Estoy aquí para vigilarte no para hablar. 

   "Nos ha jodio el tío. Encima dice que yo soy el que habla"

    —Tranquilo...—murmuré y levanté las manos en son de paz.—Solo eran un par de consejos, por cierto, ¿estás tú solo? 

  Miró a un lado  y a otro, un poco confundido por mi pregunta. 

   —Sí—dijo casi con un gruñido. No saber por donde iba a salir lo estaba cabreando —¿Por qué? 

   Ensanché mi sonrisa. 

   —Porque no deberían haberte dejado solo conmigo.—y justo al decir estas palabras, le di una patada a as dos lámparas que iluminaban la estancia, provocando que la poca luz que daban se extinguiera por completo. 

    —¡Maldita sea!—gruñó y escuché los pasos retroceder hacia atrás completamente perdido.—¡¿Dónde estás?! ¡¿Dónde?! 

 "Supongo que ahora viene la parte de disparar sin ton ni son" 

  Me agaché movido por mis impulsos y me tiré al suelo justo antes de escuchar un disparo que retumbó por toda la red de túneles. 

   —No deberías disparar en bajo tierra amigo, podría haber un derrumbamiento, ¿no te lo explicaron en la escuela militar?—Me burlé y me hice  un lado al sentir su espalda pegada a la mía. 

©La coleccionista de corazones perdidos |SCR2|Where stories live. Discover now