Capítulo 61

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Miré de nuevo la carta y traté de no llorar, no iba hacerlo, me estaba volviendo una jodida llorona...

-¿Tanía? - Blake, quien estaba al otro lado de la barra, me miró entre emocionado y algo preocupado - Si no te gusta esa opción podemos buscar otras, puedes escoger la que quieras...

-No, hmmm - Mis sentimientos eran encontrados, no sabía si llorar o reír, no había esperado aquello, pero siendo sincera ¿Desde cuando esperaba yo algo de alguien? Se me había robado esa opción.

-O si quieres volver a la misma universidad está bien, lo haremos, llamaré y haré que te consigan una...

Me incliné sobre la barra que separaba la cocina y conecté mis labios con los suyos, los cuales no tardaron en darme la bienvenida, los besos de Blake eran así, eran como estar en casa después de un largo tiempo de ausencia.

-Lo siento, estoy siendo estupida, gracias de verdad por esto, no sabes cuanto lo aprecio - Le sonreí de nuevo, porque no sabía que más hacer - Pero realmente no tienes que hacer esto por mi, ya sabes que esas universidades son costosas y no es necesario.

-¿Ya terminaste? -Preguntó el rubio mientras se giraba y caminando a paso suave se dirigía a la nevera - No importa que sea costosa, eso es lo de menos, cuando todas mis cuentas vuelvan a estar activas recuperaré todo mi dinero y será para ambos - Prometió él mientras sacaba una manzana de la nevera.

¿Acaso este hombre no podía comer otra cosa? Solo comía ensaladas y frutas.
¿Que pasaba con la carne? ¿Las gaseosas? ¿El chocolate?.. tendríamos más adelante una larga charla.

-Es tú dinero Blake, tuyo, el que conseguiste trabajando, soy tu novia, no tu hija - Dije ahora ignorando el hecho de la manzana y sintiendo malestar en mi cuerpo - No estoy contigo por el dinero.

Blake se quedó en silencio un momento,
como si estuviera buscando las palabras correctas.

-De nuevo lo agradezco, pero no necesito esto, cuando vaya a entrar a la universidad de nuevo buscaré alguna beca o algo - Miré mis manos - No necesito tu ayuda, no en esto. - En cuanto las palabras salieron de mi boca, me sentí mal y como una perra.

-Bien, como quieras - Blake se giró para botar el resto de la manzana - Supongo qué hay cosas que no cambian - Con esas palabras salió de la gran cocina dejándome ahí de pie con la carta de la universidad oxtter de Covet. Era una de las universidades más costosas del estado, un lugar solo para personas adineradas, yo no era eso.

Quizás estaba siendo estupida, pero era así, yo estaba acostumbrada a conseguir mis propias cosas, no era alguien a quien se le había puesto todo en bandeja de plata, mi madre, la cual era una secuestradora que al parecer realmente era mi tía, siempre me había enseñado que todo lo tenía que conseguir yo misma, no podía aceptar nada regalado porque entonces el esfuerzo no valdría y alguien me lo echaría en cara. Sabía que Blake no me haría eso, ya no, pero no podía evitar querer conseguir todo yo sola, era independiente, había trabajado desde muy joven, podía hacerlo de nuevo.

¿Sus demonios hablan?
¿Si?
Que curioso.
Porqué mis demonios en vez de hablar, gritan.
Gritan mi nombre.
Tanía.
Parecen no querer irse muy pronto.

***
-¿Seguro que no quieres que vaya? - Le pregunté de nuevo a Blake, él estaba terminando de vestirse, cosa que me no me divertía mucho, quería ver su piel de nuevo.

-Sí, Brian me llevará al juzgado, no tardan en llegar los oficiales - Sus ojos verdes me miraron un momento y después de esquivaron -Quiero estar concentrado en todo momento.

Sonreí ante eso.

-¿Soy una distracción? - Pregunté mientras me ponía de pie y lo ayudaba a organizar su costoso traje gris.

Blake siempre era tan elegante, tan perfecto, tan mío.

-Eres una tentación corazón - Me sonrió un poco - Hasta el ángel más correcto caería por ti - Una de sus manos subió hasta mis labios y los tocó suavemente - Ahora imagínate lo que le puedes hacer a un simple mortal como yo - Me sonrió de nuevo y casi morí ahí.

Blake era todo menos simple.
El emanaba una fuerza y poder que ponían a temblar el ser de cualquier otra persona.

-¿Estás molesto conmigo? - Pregunté sin poder apartar la mirada de sus labios.

-Sí - Siempre correcto - Pero no por ello te amo menos - Se encogió de hombros como si nada.

Lo miré mientras terminaba de responderle un mensaje a Brian.

-Lamento lo que dije hace rato, de verdad agradezco mucho que quieras ayudarme, es solo que no quiero que creas que tengo algún interés en...

-Ya te dije - Me silenció Blake suavemente - Dónde sea que entres a terminar tus estudios yo te voy apoyar, lo hago porque me nace hacerlo, porque te amo y quiero ayudarte, así que deja de ser tan terca y simplemente acepta que lo mío ahora es tuyo - Sonrió divertido como si aquello fuera genial - ¿Bien?

Acepté de mala gana, ya después hablaríamos de eso también.

Lista mental.

Hablar sobre la comida y sobre el dinero de Blake.

-Te veré más tarde - Prometió besando mis labios - Todo saldrá bien - Me prometió y se lo creí, porque no había otra opción.

Su cita en el juzgado era para sacar la lista de demandantes de su caso, también estaba la citación para su padre y esperaba que todo lo real saliera a la luz, además también confiaba en Brian, si él decía que todo estaba bien, entonces yo le creía, era un hombre de palabra.

Nuestra última charla no había sido la mejor, había esperando que fuera más comprensible con Brenda, que quizás mostrara interés en ella y su dolor, pero Blake me había advertido y no me metería en eso, Brian se veía como si fuera la clase de hombre que explota cuando está bajo presión.

Oré para que a Blake le fuera bien en el juzgado, creía fielmente en ello y mientras las horas pasaban, organicé la casa e intenté hacer algo de almuerzo distinto a Blake, nada de frutas o verduras, algo grasoso y delicioso.

Quizás una pasta con queso.

La amaría.

Estaba por llamar a Brenda para ver qué tal iba, cuando de repente el timbre de la casa sonó.

-Voy - Grité mientras salía de la cocina, tal vez era Diego, a quien le había pedido el favor de traerme a Suerte de casa de Ian e Isabella.

Llegué a la grande y oscura puerta, una sonrisa se plasmó en mi rostro, pero justo cuando abrí la puerta, mi sonrisa se borró.

-Señorita Tanía- Las palabras me afectaron pero no tanto como el hombre que me miraba fríamente - Un gustó verla de nuevo.

Reaccioné rápido.

-Blake no está, tiene que irse - Traté de cerrar la puerta, pero Adam Gibson no me dejó.

-No vengo hablar con mi hijo - El padre Blake me sonrió - Contigo sí, ¿puedo?

Tras otra sonrisa que me heló la sangre, el papá de Blake entró a la casa y cerró la puerta tras de sí.

Estábamos solos.

****

Capítulo nuevo ❤️

Espero que les haya gustado el capítulo 🔥

El Arte De Ser Amado (Amores que curan #2)Where stories live. Discover now