Capítulo 21

31.8K 3K 395
                                    

-Necesitamos cambiar ese atuendo -Dijo Will mirándome mientras lo seguía por el parqueadero -No es que estés mal, eres muy hermosa Tanía -Me sonrió y le devolví la sonrisa por qué claramente ¿qué más podía hacer? -Es solo que normalmente esta gente siempre va en ropa un poco más formal, pero es mi culpa, lo acepto, debí avisarte  claramente y ya no alcanzamos a ir hasta tu casa.

-Puedes ir solo -Dije mirando mis pantalones negros y blusona dorado que para mi era hermosa, un poco grande si, pero por eso se llamaba blusona...

-Ohhh nada de eso, ya lo solucionaremos -Me sonrió antes de regalarme una última ojeada y después me invitó dentro de su auto.

Sabía que Blake debía pagarle muy bien a Will, lo poco que le había visto eran cosas finas y de renombre, y con solo mirar su auto y teléfono sabía que podía darse ciertos lujos que la mayoría de personas inestables económicamente -Como yo- No nos podíamos dar...

Blake.

Mi mente se desvió rápidamente hacia el rubio y mi estomago dio una voltereta peligrosa dentro de mi, anoche no había podido evitar pensar en sus manos, lo duro de su cuerpo y otras partes, había deseado muy dentro de mi haber visto todo su cuerpo desnudo contra el mío, pero quizás eso era demasiado... Además no habría una segunda vez, claro que no, también había recordado a Feyre y mi cuerpo se había apagado rápidamente.

Debo admitir que me sentí realmente mal justo después de haberla abofeteado, ella se merecía eso y mucho más, pero claramente yo no era quien para ir golpeando a las personas simplemente porque me molestaban.

Fácil.

Ella me había llamado así una y otra vez, y escuchar la palabra dirigida para mi me dolía de una manera que nadie podría entender nunca, porque yo era todo menos una fácil, nada en mi vida lo había sido, desde el momento en el que había nacido todo había sido claramente duro y significativo. Yo podía decir a boca llena que estaba donde estaba por el sudor de mi frente.

Desde los diez  años trabajaba para poder meter un bocado a mi boca, nunca tuve realmente una familia, así que para no morir de hambre a los diez años había sido la encargada de barrer y podar el jardín de mi vecina, la cual me daba solo algunas monedas, pero no me podía quejar, esas monedas siempre me habían servido para comprar alguna clase de pan viejo y tieso el cual aminoraba mi hambre voraz. Recuerdo que tenía que comer el pan a escondidas entre el basurero para que mi madre no lo viera y me lo quitara, porque claro, era mejor comer entre la basura que no comer.

Entonces justo cuando ella me llamó fácil recordé una y mil noches en donde había llorado por hambre, dolor e incluso rabia, y si, yo lo era todo menos una fácil, yo era realmente una luchadora... Había tenido que ir a escondidas a estudiar la primaria porque mi madre decía que estudiar no servía para nada, yo no era una hija de papi y mami que todo lo había tenido, yo sabía que era el hambre...

La noche llegó y se hizo más oscura mientras nos movilizamos en el auto de Will, él escuchaba música clásica y me sonría cada que me miraba, era obvio que yo le gustaba.

-¿Viste a Feyre hoy? -Me preguntó de repente y mi cuerpo se tensó rápidamente ante su nombre, justo cuando negué con mi cabeza él siguió -Se veía algo golpeada, su cara y uno de sus brazos.

Lo miré detenidamente.

¿Su cara se veía golpeada? 

Yo solo le había pegado una bofetada, no creía que para el otro día se viera hinchada o algo así... Y yo no había tocado su brazo, nunca.

Solo esperaba que fuera cual fuera la forma como Feyre se había hecho daño, no me fuera a culpar a mi por algo que no había hecho.

Ella era algo narcisista.

El Arte De Ser Amado (Amores que curan #2)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz