Capítulo 7

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Suspiré y traté de no estar realmente nerviosa, pero era imposible, estaba afuera de mi contexto y no sabía como actuar alrededor de cosas súper elegantes y refinadas.

Ya había estado en la empresa de Blake antes, sí, pero con Isabella y eso hacia todo muy diferente, además el contexto de los hechos eran diferentes, ese día había venido como si nada, pero hoy venía en busca de un trabajo y lo peor... Debía aguantar la voz y personalidad de Blake quien creía ser el mejor en todo y todo.

Cuando el rubio me había llamado el día anterior, justo después de haberme dado cuenta de que Suerte no era un macho realmente, quise golpearlo. ¿Que pasaría si Dash nunca hubiera parecido y le fuéramos mentidos a Isabella? 

Se hubieran dado cuenta, tarde o temprano ¿Por qué? Porque Blake había sido lo suficientemente estúpido para comprar un gato por Internet sin asegurarse de su sexo... Siguiendo el tema, lo había llamado imbécil, pero fue justo cuando él me había citado para ir a su empresa, y juro que realmente tuve que morderme la lengua para tragarme un suspiro lleno de irritación y molestia. Pero mis palabras no era muy necesaria entonces, no cuando estaba apunto de conseguir y trabajo para pagar todas mis deudas.

Así que sí, después de haber salido de mi clase de razonamiento humado, y haber tomado un rápido café en la cafetería -Café el cual había quedado debiendo-Había pasado deprisa por mi habitación para cambiarme de ropa, mi cabello rubio con mechas rosas eran un desastre, hacia que recogí mi cabello en una coleta alta y me puse un vestido elegante, pero no demasiado, ya había estado en aquella empresa y sabía como más o menos vestían los empleados, y a pesar de saber que Blake no estaría sobre mi por mi vestimenta, era mejor estar prevenida. 

-Te comportas ¿Bien? -Le pregunté a Suerte mientras me inclinaba frente a ella y besaba su pequeña y tierna nariz -Si al final del día tengo un empleo, prometo compararte aquel objeto para que afiles tus garras. 

Seguía hablando con Suerte, algunos quizás pensarían que era una estupidez, pero sabía que ella me entendía porque ronroneó antes de hacer lo que se le daba mejor; Dormir.

Sonriendo abandoné la habitación, aun muy nerviosa y sabiendo que como sea debía conseguir aquel empleo.

La empresa era tal y como la recordaba, alta, intimidante y demasiado elegante para alguien como yo, la alta torre que estaba conformada con varios pisos con ventanales de vidrios se veía imponente desde afuera, tal y como su respectivo dueño, y inmediatamente me sentí fuera de lugar, pero aquel nervio no evitó que siguiera adelante buscando lo que necesitaba.

Un empleo. o mejor dicho dinero.

Una vez dentro, los suelo de mármol brillaban a punto que llegué a preguntarme si alguien lo brillaban cada minuto, las paredes de todas partes eran blanca, excepto por una de color gris en donde estaba la misión y la visión de la empresa de Blake, había muchas personas caminando alrededor, de allá para acá y ninguna se detuvo para mirarme en cualquier momento, si saber que hacer -Gran cosa- Me acerqué con pasos lentos a una de las tantas chicas que habían tras de un computador tecleando rápidamente quien sabe quée.

La chica en ningún momento levantó la lista de su pantalla y eso realmente me irritó.

-Buenas tardes -Dije tratando de sonar serena -Necesito ver a Blake -Dije como si nada, justo cuando los ojos azules de la chica me miraron fijamente con un toque de molestia. 

-¿Disculpa? -La voz de ella era suave y tranquila, muy diferente a la mía, ruidosa y llena de emociones -¿Blake? -Preguntó como si el nombre fuera una palabra súper rara en su lengua.

-Ajá -Dije jugando ahora con mi coleta alta -Quedé de verme con él, así que necesito subir a su oficina, pero primero quiero que le informe que estoy aquí. La ultima vez que vine y entré a su oficina sin llamar él estaba comiéndose la boca de alguna de sus empleada.

El Arte De Ser Amado (Amores que curan #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora