Capítulo 17

36K 3.4K 725
                                    

Mis venas y arterias estaban en fuego, de verdad, estaba ardiendo de adentro hacia afuera.

Lo único que tenía que hacer era pensar en Blake y la forma como había temblado mi cuerpo ante sus toques, para que todo volviera a ser de nuevo demasiado caliente y húmedo para mi.

Recapitulemos.

Diego había llegado a casa de Blake casi terminada la madruga porque Ian lo había enviado justo cuando Isabella se había quedado dormida, según mi mejor amigo, Ian se había sentido mal y había decidido enviar a Diego para que se cercionara de que todo anduviera bien.

Diego había llegado en un momento importuno 

¿No?

Pero secretamente me encontraba dándole gracias a mi mejor amigo por haber llegado, había estado apunto de hacer cualquier cosa con tal de tener mas de cerca los toques de Blake, porque mierda, sus toques valían oro, pero entonces no estaba pensando claramente, y todo aquello habría sido un gran y rotundo error.

Sí, Tanía, sí.

Mientras entraba a mi habitación cerré los ojos y traté de pensar claramente por encima de mis hormonas que estaban revolucionadas.

Compórtate Tanía.

No entiendo porque mi cuerpo estaba comportándose de aquella manera, o sea, es bastante obvio que Blake es súper caliente, y lo odio, de hecho era algo mutuo, pero mi cuerpo jamás se encendia con nadie, no realmente. Es cierto que he besado a muchos chicos y he tonteando, pero nunca jamás he ido más allá de ello, porque no puedo sentirlo, es como si mi cerebro se esforzara por omitir el deseo, es como si lo aborreciera... Pero junto a Blake no, el deseo había estado ahí y me había hecho pedirle que me tocara.

Antes siempre había tenido problema con ello, con todo lo que era cerca al sexo opuesto -Aparte de los besos obviamente- por esa razón, era, si, penosamente virgen.

¿Quieres que Blake sea tu primero? -Prácticamente gritó mi mente y yo realmente me sentí mal, muy mal.

Pero por otro lado yo no era esa clase de chicas que andaban buscando al ideal para poder tener sexo, claro que no, yo era más de aquellas que les gustaba vivir la vida sin tantos compliques, era estúpido pensar que iba a llegar justo el hombre que yo deseaba y se iba a quedar para siempre conmigo.

Eso no sucedía nunca amigas.

Así que si, yo vivía mi vida libre sin ninguna clase de ideales, pero sobre mi virginidad, todo era un problema de mi jodido cuerpo ¡Simplemente no le gustaba nadie!

Le gustó Blake.

Gimiendo me moví por la habitación justo al mismo tiempo que Suerte salia de bajo de la cama con sus orejas paradas. Alguien estaba enojada. 

-¡Hola tú! -Dije mientras me inclinaba para tocar la pequeña cabeza negra de Suerte, pero al parecer la gata no estaba de humor porque esquivó mi caricia -¡Oye! 

Digna de si misma, Suerte siguió derecho ignorándome y caminó hasta su arenero improvisado que estaba sucio -Quizás estaba enojada por eso- O quizás porque la había dejado mucho tiempo sola.

¿Quien lo sabía? 

Está habitación ya no era mía, era de ella, y si yo llegaba tarde, tenía que atenerme a la furia de la gata malgeniada.

***

No dormí, de hecho seguí derecho hasta las siete de la mañana porque realmente ya no podía dormir, mi cuerpo estaba lleno de energía.

El Arte De Ser Amado (Amores que curan #2)Where stories live. Discover now