El Arte De Ser Amado (Amores que curan #2)

Capítulo 58

BLAKE

No sabía cuántos días habían pasado, solo sabía que ella siempre había estado ahí, para mi, cada que abría los ojos y volvía a la conciencia, podía ver dos hermosos ojos azules viéndome totalmente pacientemente como si no importase el tiempo que se estaba yendo, como si realmente ella pudiera esperar por mi, siempre, ahí.

No iba a mentir, mi cabeza justo en ese momento era un lío, si me preguntaban como estaban las cosas o que había sucedido realmente, me tomaría mil años para poder recordar todo con exactitud, solo había dos cosas presentes en mi cabeza.

Tanía y el terror que había sentido al pensar que podía haberla perdido esa misma noche.

¿Habría muerto por ella?
Sin duda, daría mi vida una y otra vez para que ella viviera la suya, tal y como lo merecía.

-Pero ha dormido mucho - Abrí lentamente mis ojos de nuevo cuando escuché esa suave voz que me hacía vibrar - ¿seguro está bien? ¿Se está recuperando correctamente?

Mis ojos pasaron por encima de el cabello rubio y un poco más largo de Tanía para fijarme completamente en el doctor que estaba al lado de ella, la verdad era que no estaba muy bien como para poder escuchar todas sus palabras precisamente, aún me sentía un poco adolorido y enfermo, pero necesitaba poner mejor cara, tratar de abrir mas los ojos para tranquilizar a Tanía, no quería que ella se preocupara.

-Es normal, pero pronto recuperará la energía, le estábamos inyectando algunas vitaminas para que se sienta mejor, pronto estará más tiempo consciente, descuida.

Tanía.
Mi Tanía.

Siguió haciéndole con mil preguntas al pobre doctor, todos sabemos que la chica no puede parar de hablar y en cuestión de segundos, volví a caer en los brazos de morfeo aún así, escuchando la suave voz de ella.

***
-Te he extrañado tanto - Mi piel de erizó y mis ojos se abrieron suavemente cuando sentí una suave mano acariciando mi brazo - No entiendo porque simplemente no puedes despertar del todo ya, de hablar tan solo un poco, quien lo iba a creer pero lo digo enserio Blake Gibson, te extraño.

Mi ojos fueron a los de Tanía, los cuales estaban cerrados firmemente, pero sus pestañas estaban mojadas, era obvio que había estado llorando y eso me hizo sentir de lo peor, no puedo explicar lo que sentí en mi corazón al saber que alguien podía preocuparse así por mi, que alguien lloraría por mi, todo aquello era nuevo y no sabía cómo lidiar con ello...

- O-obviamente me extrañas- Mi voz se escuchaba roto, quizás era el dolor en mi garganta, pero aún así saque fuerzas y le hablé - todo mundo lo haría.

No podría describir como los ojos azules de Tanía se abrieron rápidamente y me miraron entre asombrados, incrédulos y felices, juro que por un momento temí a que saltara sobre mi, pero al parecer se reservó la euforia para sí misma.

-Eres un estúpido - Susurró ella conmocionada- Si no fuera porque te extraño mucho, te golpearía por ser tan egocéntrico - Me amenazó y no pude decir nada mas por que en ese momento ella simplemente comenzó a llorar mientras apretaba mi mano, como si temiera a que yo me le fuera a ir -¿por que tardaste tanto en despertar del todo? - Me preguntó como si yo supiera esa respuesta y por encima de todo mi dolor, sólo pude sonreír, porque tan solo a Tanía se le ocurriría hacer esas preguntas.

-T-tenía mucho sueño atrasado, lo siento - Bromeé, trate de sonreír de nuevo pero una tos seca salió de mi y me dejó sin aliento, mi pecho aún dolía y mi costado también- Y no llores por mi querida, estoy acostumbrado a que las chicas lloren por mi pero tú...