53 El 28

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Tú sigues siendo un recuerdo aquel

Al día siguiente, Brenda con la ayuda de María José prepararon el desayuno para toda la familia.

—Hija, por cierto— la señora Carla inició una conversación— hace unas semanas me encontré a tu amiga Paloma, la que estudió contigo, ¿te acuerdas de ella?

Brenda no mostró ni tantito interés a la plática.

—Me contó que vive otra vez aquí, en Torreón— aun con la indiferencia de su hija, la señora continuó— su hijo casi es un adolescente y lo que nunca entendí es porque si eran tan amigas, se separaron de la noche a la mañana.

—Yo sé el motivo— Alicia hizo una intervención.

—¿Por qué?— su madre quería saber más.

—¡Cállate!— Brenda se molestó— no tienes idea de lo que estas hablando.

—Claro que sí. Tú y ella estaban enamoradas de Sebastián y Paloma se casó con él.

—¿Eso verdad, hija?— intentó confirmar la suposición.

—No mami.

—Si no fue por eso, entonces tú y ella...— Alicia trató de lanzar otra hipótesis.

—¡Basta!— pero Brenda frenó todas sus teorías.

—Entonces cuéntanos. ¿Por qué se distanciaron?

—Por tonterías, eso ocurrió hace años. Supérenlo.

—María José— la señora decidió cambiar el tema— esta tarde quiero preparar la sopa azteca que tanto le gusta a mi hija, ¿te gustaría ayudarme?

—Por supuesto.

—Me gustó mucho la que preparaste cuando estuvimos en Querétaro.

—Y sabe cocinar infinidad de platillos— Brenda completó— todo le queda riquísimo.

—Hacen bonita pareja, ¿no les parece?— habló nuevamente Alicia mientras su hermana le pedía con la mirada que ya se callara.

—¿Quiénes hija?— preguntó la señora Carla.

—Ellas— señaló a las chicas— Bren una inútil en la cocina y María José toda una master chef.

Todos rieron menos Brenda.

—De ser así, me gustaría compartir recetas y tips contigo.

—Para mí será un honor, señora Carla.

—Si mami, dile todo lo que le gusta a tu hijita para que María José se lo prepare y no te extrañe tanto. A lo mejor con ella si aprende— se burló.

—Revisaré si me hace falta algún ingrediente para la comida de hoy.

—Nosotras saldremos a dar un paseo— Brenda comentó— quiero María José y Paula conozcan nuestra hermosa ciudad.

—Las acompañaría— dijo Alicia— pero tengo que ir a ver a un cliente— revisó la hora en el reloj atado a su muñeca izquierda.

—No te preocupes, no harás falta.

Continuaron desayunando y al terminar, las chicas volvieron a la habitación para alistarse.

—¿Te pasa algo, cariño?— cuestionó María José— te noté incomoda cuando tocaron el tema de tu amiga.

—Estoy bien. Solo que hace mucho no recordaba a Paloma y esta mañana que mi mamá hizo el comentario, volvieron a mí los recuerdos que un día fingí olvidar.

Cometas por el cielo [Completa]Where stories live. Discover now