22 Soñaré

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Tú que me leías cuentos que me hicieron volar

Al siguiente día, María José despertó muy temprano porque debía trabajar. Recordó que Damián le exigió llegar a las 7 de la mañana y aún tenía que ir a su departamento para alistarse. Se vistió y se sentó por un lado de la cama, cerquita de Brenda.

—Bren, despierta— repetía mientras le acariciaba la nariz— ya me tengo que ir, cariño.

—¿Tan pronto? Todavía es de noche— intentó mirar por la ventana.

—Ya casi amanece— María José aprovechó para besarla— y no recuerdo si te lo he dicho antes, pero me encanta dormir contigo. Tienes un cuerpo muy cálido— le acarició el brazo.

—Es porque soy de Torreón y está muy cerca del desierto.

—Pero, ¡qué interesante! Nunca hubiera imaginado que esa fuera la razón— nuevamente la besó— ¿puedo confesarte algo?

—Si— despertó por completo.

—¿Sabes por qué regresé a buscarte al otro día de tu accidente?

—Siempre he tenido la duda, pero olvidaba preguntarlo.

—Porque vi tus ojos sin querer, tantas ganas de querer y quería verlos otra vez.

Sonrieron.

—Lo que nunca imaginé es que la demente locutora de radio pusiera a todos sus fans a buscarme.

—No los puse a buscarte— comenzó a reírse.

—Sí, si lo hiciste.

—Por supuesto que no. Yo solo expresé mi agradecimiento y de paso agregué que, si alguien te conocía, te dijera que intentaba localizarte.

—Si haces ese comentario al aire, en un programa con muchísimos seguidores y sabes que todos ellos te aprecian, en automático se traduce en una orden.

—Por fortuna ya eras fan de esa demente locutora y solita encontraste el camino.

—Seguiré tu luz, aunque me lleve a morir.

—¿Puedo verte esta noche?

—No cariño, será hasta mañana. Parece ser que todos mis compañeros se organizaron para pedir vacaciones al mismo tiempo y ahora hay que cubrirlos.

—Temprano, ¿puedo ir por ti?

—Me encantaría que lo hicieras. Ahora, vuélvete a dormir.

Despacio la tapó y la volvió a abrazar. Salió del departamento y alrededor de las nueve de la mañana, Brenda le envió un mensaje.

Brenda: Hola cookie, ¿estás en la central?

MJM: Sí😊, aquí estoy.

Brenda: ¿Puedo verte?

MJM: ¿Ahora? 😯

Brenda: Estoy a la vuelta😬.

María José guardó su teléfono.

—Voy a la tienda, ¿alguien quiere algo?— preguntó a sus compañeros para justificar su repentina salida.

—Me puedes traer una botella con agua, por favor— Damián pidió.

—¿Resaca?

Él no respondió.

La chica salió emocionada y en efecto, Brenda estaba afuera

y recargaba el cuerpo sobre su propio coche.

—¿Todo bien?— preguntó al estar cerca.

—Solo deseaba ver a mi novia usando su uniforme de paramédico.

Cometas por el cielo [Completa]Where stories live. Discover now