42 Muñeca de trapo

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Quiero decirte adiós, fuiste mi amor

Durante toda la fiesta, Damián se mantuvo cerca de María José y no perdía ni una sola oportunidad para intentar besarla. Algunos de sus besos si encontraron destino y otros tantos fueron rechazados, pero sobre todo se encargó de mantener a las chicas alejadas.

—Damián, renunciaré a la Cruz Roja— comentó entrada la noche.

—¿Por qué?— se preocupó.

—Necesito alejarme de Bren. Necesito estar lejos de ella y de todo lo que me haga recordarla, pero solo esta vez no digas nada.

La besó al descubrir que estaba por llorar.

—¿Y ahora si te quieres ir o piensas seguirte torturando con esto? Porque las niñas del orfanato hace rato que se fueron.

—Sí, solo pasaré al sanitario.

—Te espero en la barra, quiero un último trago.

Caminaron por rumbos diferentes.

—Me regalas un whisky— pidió al barman.

—¿Y María José?— él escuchó.

Damián le prestó unos minutos de atención.

—Brenda, ¿algún día te cansarás de hacerle daño?

—Seguiré buscándola— intentó marcharse.

—Eres demasiado cobarde para merecerla— le dijo antes de que se alejara.

—¿Disculpa?— ella volvió con él.

—Lo que escuchaste. María José apostó todo por ti y tú la rechazaste, te dio su corazón y tú lo despreciaste— se acercó— y ahora, pagarás tu condena.

—No sé de qué estás hablando, porque lo que ella y yo tenemos, tu jamás lo comprenderás.

—¿Y qué tienen? Cuéntame, me interesa saber. Porque solo veo un anillo de matrimonio en tu mano y a ella llorando por ti.

—Lo siento, pero es un tema que no discutiré contigo.

—Entonces me escucharás— la sujetó del brazo para interrumpir su huida, ya que la chica pretendía marcharse por segunda ocasión.

—¿Qué te pasa? Suéltame— forcejeó para intentar liberarse, pero Damián ejerció más fuerza sobre el agarre.

—Yo suspendí a María José y la hice venir aquí para que tuvieran otra oportunidad y a ti, solo te tocaba hacer la parte más fácil del día; elegirla, pero ni eso aprovechaste. Así que te daré un consejo, la próxima vez que la veas, hazlo con mucha atención porque será la última oportunidad que tendrás. Tú has renunciado a ella, pero yo.

—Buena suerte con eso, porque te tengo una noticia— sonrió triunfante— ella pedirá su cambio y regresará a Querétaro para estar conmigo.

—Te tengo una mejor, ¿te contó que dejará la Cruz Roja?

—¿De qué estás hablando?— Brenda desconocía esa parte de la historia.

—Ella renunciará a lo que más ama ser en esta vida, renunciará a ser paramédico y todo por tu culpa porque ahora, lo único que quiere es alejarse de ti.

A la distancia, María José presenció cómo es que Damián maltrataba a Brenda y se dirigió a ellos lo más rápido que pudo.

—¿Qué carajo te ocurre? Suéltala— le exigió y él acató la orden.

Las chicas se abrazaron. Sintió como sus cuerpos y el palpitar de sus corazones se encontraban alterados; una por el constante forcejeo y la otra por el esfuerzo que acababa de realizar.

Cometas por el cielo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora