24. Nuevos comienzos

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   A pesar de que su sueño fue pacífico, y sin incidentes en el departamento de pesadillas, Theo se despertó con un sobresalto, saltando y sentándose, tratando de obtener una comprensión de sus desconocidos alrededores en la oscuridad, y luego el día previo volvió a él y lentamente se bajó de vuelta. Estaba en casa de Melissa, estaba bien, todo estaba bien, él estaba bien.

  Theo miró fijamente el techo, la hora en su teléfono diciéndole que aún era muy temprano para levantarse y hacer cualquier cosa, pensando sobre lo que el juego de resultados significaría para él. Cazatalentos de universidad tenían permitido decirles que lo querían, pero no se le permitía elegir por unos meses más, no hasta principios de la primavera. Solo dos juegos más y el invierno lo separaban de eso. Comenzó a imaginar a dónde iría, qué haría, cómo sería la vida lejos de ese lugar. Pero se sorprendió al encontrar que algo le molestaba desde el fondo de su mente esa vez... algo que usualmente no estaba ahí.

  Se llevó las yemas de los dedos a la boca y gentilmente las pasó sobre sus labios, recordando cómo se sintió tener a los de Liam enredados con los suyos. Liam, susurró su cerebro y, como si fuera el momento justo, una chispa silenciosa lo recorrió. ¿A dónde iba a ir Liam? ¿Se quedaría y estaría cerca de sus padres o querría salir como lo hacía Theo?

  El cerebro de Theo comenzó a disparar, pensando en todos los escenarios posibles, uno de ellos saltando repetidamente al frente de su mente, exigiendo atención, antes de que ser empujarado solo para volver a aparecer unos instantes después. Sacudió la cabeza, el destino no sería de tan amable con él, tanto había ido bien que no podía posiblemente pensar que le permitiría tener todo.

  Un suave golpe sonó en la puerta y él miró su teléfono, viendo que unas horas habían pasado .

  —¿Theo? —llamó la melódica voz calladamente.

  —Entre —croó en respuesta y luego se aclaró la garganta, avergonzado por lo crudo que sonaba.

  Melissa lentamente abrió la puerta de madera y se detuvo a los pies de su cama con una gentil sonrisa.

  —Buenos días, muchacho. El desayuno está casi listo, ¿por qué no bajas para que le pueda echar un vistazo a tus costillas? Y luego necesitamos hablar de algo antes de que vayamos a comprar comida.  

  Todo lo que Theo pudo hacer fue asentir. Ahí estaba ella actuando como si fuera solo una mañana normal, preparándole el desayuno y hablando de hacer mandados con él. Ella se acercó y le empujó unos cuantos mechones de cabello de la cabeza, sus ojos cerrándose mientras lo hacía, la simplicidad de todo eso volviéndose mucho para él.

  —No te vuelvas a dormir, encontrarás que me he puesto bastante creativa al sacar a la gente de la cama después de mi hijo Scott... él solía dormir como un muerto —bromeó y luego giró sobre sus talones, dándole tiempo para vestirse y bajar las escaleras.

  Theo se sentó unos minutos más en su capullo de cobijas, preparándose para lo que el día podía traer, intentando convencerse de no apegarse demasiado en caso de que eso no fuera permanente. Sabía lo que le prometió a Tara… e  iba a intentar, realmente lo iba a hacer. Pero al mismo tiempo necesitaba asegurarse de que todavía se estaba protegiendo a sí mismo.

  Él rápidamente se lavó la cara, dejando que el agua fría lo ayudara a controlar algunos de sus nervios y sentimientos detrás de su máscara de indiferencia normal, se puso la ropa que había usado el día anterior y bajó las escaleras hacia la cocina, donde podía oler comida.

  —Momento perfecto —declaró Melissa mientras colocaba dos platos de panqueques sobre la pequeña mesa del comedor, en lugar de la barra en la que habían comido la mañana anterior.

Rivals AU | Thiam {Español}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora