Rivals AU | Thiam {Español}

14. Distracciones, citas de almuerzo y un meñique

   Theo llegó al colegio temprano de nuevo el miércoles en la mañana, necesitando sacar algo de la energía acumulada antes de el primer día de existencia amigable planeada con el dolor de cabeza equipo de lacrosse. Él salió de su camioneta al parqueo vacío, completamente perdido en sus pensamientos mientras hizo su camino hacia el otro lado del oscuro parqueo. Liam no había estado en el colegio de nuevo el día anterior y algo en su estómago se había estado agriando de forma constante. No ayudó que los susurros en el pasillo habían crecido a enteras conversaciones y especulaciones sobre dónde el «impulsivo, fenómeno, fuera de control, espeluznante» Liam estaba y por qué no había regresado todavía. Había hecho contacto visual con Nolan una cuantas veces pasando, ambos compartían una expresión de conocimiento que algunas veces era seguido por un asentimiento si no estaban muy rodeados por sus compañeros de equipo.

  Casi había llegado a la entrada de lado del gimnasio cuando escuchó el constante sonido de pelotas volando a través del aire de mañana y golpeando una red. Hizo una pausa para mirar sobre su hombro, preguntándose quién estaría despierto tan temprano, especialmente porque no habían otros autos en el parqueo. «Solo un jugador de lacrosse», pensó mientras iba a dar otro paso hacia delante, pero se congeló e inmediatamente miró por segunda vez. No era solo cualquier jugador de lacrosse. Él conocía esa figura más baja, esos anchos hombros, esos fuertes brazos y ese cabello lo suficientemente largo para mover los dedos a través de este. Él estaba de vuelta. El sentimiento intranquilo en su estómago, que se había convertido en una constante, lentamente se desvaneció y se volteó por una razón diferente esa vez.

  Sin siquiera saberlo, sus pies lo habían llevado más cerca al borde del campo, donde él se quedó solo mirando mientras Liam lanzaba pelota sobre pelota a la pequeña portería en frente de él. Ya que estaba más cerca, podía ver que Liam tenía audífonos puestos, silenciosamente sacudiendo su cabeza al ritmo entre cada levantamiento de su palo. Ansiaba ir a hablarle, preguntarle cómo estaba, pero él ya sabía la respuesta a eso basado en su ausencia. ¿Qué diría siquiera, de todas formas? Theo sacudió su cabeza y vio cómo Liam voleó unos cuantos tiros más antes de que se diera la vuelta e hiciera su camino de vuelta hacia el gimnasio.

  No quería interferir con su práctica tampoco, considerando que él parecía estar en la zona y ya se había perdido dos prácticas de equipo. Liam necesitaba ese tiempo para enfocarse y Theo necesitaba tiempo para prepararse antes de acercarse a él.

  En ese momento verlo lo tomó muy desprevenido… no estaba seguro de que sería capaz de mantener su compostura. Así que esperaría, iría y se esforzaría a través de un riguroso entrenamiento para recordarle de su definitivo enfoque para esa semana: el juego. Vería a Liam más tarde y mucho a lo largo del resto de esa semana, considerando la nueva «formación de vínculos» en la que tenían requerido participar empezando en el almuerzo ese día.

  Theo logró completar sus entrenamientos… apenas, soplando y jadeando más de lo usual ya que su mente parecía mantener moviéndose a otro lugar, renunció cuando perdió la cuenta de sus ejercicios por quinta vez y decidió que era hora de ducharse, lo cual era otra cosa en la que no parecía enfocarse. Recostó su cabeza contra el frío azulejo en frente de él mientras el agua tibia rociaba su espalda y suspiró, llevando su mano atrás de su cuello. Eso era exactamente lo que no podía permitir que pasara, no esa semana, él ya tenía demasiadas otras cosas de qué preocuparse. Su atención y enfoque no podían ser una de ellas.

  Para cuando se había secado y vestido, Theo podía oír vida en el colegio; personas yendo y viniendo en los pasillos, bajas conversaciones entre profesores mientras caminaban del parqueo hacia sus salones de clase y el sonido metálico de los casilleros siendo abiertos y cerrados. Salió hacia los pasillos lentamente poblándose y recogió lo que necesitaba para el periodo libre que usaba para estudiar y luego entró a la biblioteca, reclamando su lugar favorito en el pequeño escritorio en la esquina derecha.