09. Quebrado

5.1K 426 266
                                    

Nota de la autora: Este capítulo es un tanto oscuro, por favor regrese después si no está en un buen espacio mentalmente en este momento.

  Él se sentó en el frío y duro piso de su cuarto, recostándose contra el grueso marco de la cama de madera. Sus rodillas estaban dobladas y su cabeza colgaba pesadamente en sus manos, estabilizadas por sus codos encima de sus rodillas, ojos vulnerables y rojos por las lágrimas que se habían liberado durante su largo camino a casa. Las luces estaban apagadas y lo único que se podía escuchar en el oscuro cuarto era el amargo sonido de su fuerte respiración mezclado con el ocasional sollozo ahogado. No podía detener el ataque violento de insultos que su cerebro estaba disparando hacia sí mismo. Débil. Irremediable. Estúpido. Monstruo. Fueron en rápida sucesión, incrementando el general sentimiento de desesperación que estaba pulsando por sus venas.

  Pero, tristemente, eso ni siquiera era lo que en ese momento lo estaba partiendo a la mitad. Los pensamientos degradantes solo añadían a la hostilidad ondulando a través de él. Había sido humillado, había sido usado, había perdido el control y mostrado a todos de lo que ciegamente habían estado susurrando desde el inicio de la secundaria. Y, como si todo eso no fuera suficiente, había visto cómo Theo retrocedía de él, asustado y herido, como si fuera cada parte del monstruo que había sido acusado de ser antes. Él vio cómo su par favorito de ojos avellana se volvieron muertos y fríos cuando no pudo contener las palabras hirientes que se derramaron de su encolerizada boca.

  Un sonido roto escapó de su garganta y dejó que otro saliera mientras agarraba su cabello apretadamente, castigándose a sí mismo. Él acogió el dolor, esperando que calmara el sentimiento de profunda tristeza comiéndolo desde el interior.

  Liam no sabía cuánto tiempo estuvo ahí sentado, volviendo a reproducir cada golpe y palabra en su cabeza, hundiéndose más y más en sí mismo y su desesperación. No había escuchado cuando la puedo del garaje de abrió y se cerró, no había escuchado el lento sonido de titubeantes pasos en las escaleras. Ni siquiera había escuchado a su padrastro entrar al cuarto hasta que se estaba sentando a su lado con un suave suspiro.

  Todavía, permaneció encerrado en su propia versión de la posición fetal mientras sentía una mano asentándose en su espalda y empezando a frotar suavemente en pequeños círculos. Sin darse cuenta, lentamente empezó a arquear su espalda, tratando de escapar el sentimiento de toques gentiles, porque en realidad se sentía como fragmentos de vidrio siendo empujados en su piel. Él no merecía ser calmado, no quería ser calmado. Afortunadamente, el doctor Geyer debió haber notado el sutil movimiento y apartó su mano con gracia.

  —Está bien estar enfadado, hombrecito —si hubiera sido cualquier otra circunstancia, Liam hubiera sonreído afectuosamente por el sobrenombre que se le había dado al conocer al doctor Geyer por primera vez, pero esa no era unas de esas veces. No estaba bien. Lo que él hizo no estuvo, y nunca estaría, bien. Había herido a personas, físicamente los hizo sangrar, pero eso no era el verdadero daño que había hecho. El dolor físico es fugaz y puede ser curado con el tiempo, sin embargo el dolor emocional no. Permanecía contigo como los remanentes de un mal sueño; constantemente acechante tu consciente y subconsciente, buscando los pequeños huecos en tu resolución, esperando abrirlos ampliamente. La prueba podía ser encontrada en la mirada sin vida que congeló a los normalmente vibrantes ojos terrosos de Theo después de haber dicho las imperdonables palabras.

  Cerró sus ojos y todo lo que podía ver era las opacas orbes verdes mirándolo en vez de las efervescentes esmeralda que usualmente chispeaban con sarcasmo y fuerza. Otro de los traumatizados sonidos se escapó  de la boca de Theo por la imagen, el ardor en su cuero cabelludo por los jalones de sus dedos ya no siendo suficientes para mantenerlo con los pies en la tierra.

Rivals AU | Thiam {Español}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora