Capitulo 13

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Hoy es sábado, hace un día maravillo para salir. Mi madre quiere que lleve a Jesse para su casa, para que yo y Andrés nos quedemos un día solo. Ya le dije que mi niño no me molesta, pero ella insistió en que es bueno pasar tiempo juntos que siempre le dedicamos más tiempo a los hijos y los esposos se aburren y se van con otras. Eso realmente no me asusto se que Andrés solo tiene ojos para mi, solo hay que mirar como me mira.

-No, Jesse. No puedes llevar el piano donde la abuela.

-Porque?

-Ayy mi amor. Porque es muy grande y no podemos llevarle un piano de cola a la abuela.- mi pequeño se echa a llorar. Hace unos meses está yendo a clases de piano y se quiere llevar el piano de cola a la casa de mi madre para enseñarle como toca.

-Pero mamiiiiii yo quiero... Quiero que el abuelo y la abuela me vean.

-Bebé. Si quieres para la semana que viene le decimos a los abuelos que vengan aquí ¿que me dices?

-Vale- dice haciendo un puchero limpiandose las lágrimas.

-Venga que nos vamos- veo a Andrés bajar con una pequeña maleta que es para Jesse.

-Ya quiero ver a la abuela.

-Yo no.... Te voy a echar de menos - lo cargo en brazo y me lo como a besos, el ríe pidiendole ayuda a su Padre.

Salimos de casa y montamos en el coche. Veo que Andrés no para de mirara mi vestido y su gesto no es muy bueno.

-No me gusta tu vestido. - lo que me temía.

-A mi sí me parece bonito.

-Sabes que no me gustan los vestidos demasiado cortos. - pasa una mano por mi muslo desnudo hasta llegar a mi tanga.

-Sabes que a mi me gusta provocarte.

-Lo estás haciendo muy bien. Espera que estemos a solas.

El camino se nos hace corto con Jesse cantando. Cuando llegamos a la casa de mi madre nos recibe muy bien al igual que mi padre. Cuando pasamos un par de hora con ellos yo y Andrés nos marchamos. Pasar la noche sin mi bebé me va a resultar difícil. Me despido de él comiendolo a besos y Andrés también.

-Adiós mi amor. No te portes mal. Nos vemos mañana. - con un poco de nostalgia nos marchamos.

Al pasar como una hora y media en coche estamos en plena montaña.

-¿Donde vamos?

-Solpresa.

-Ayy amooor.

-Lo siento, cariño. - el sonríe y vuelve a colocar su mano entre mis muslos. Eso no es bueno me está provocando. Cuando por fin para el coche en grandisimo hotel super rural. Aparca el coche enfrente del hotel. Salimos del coche y nos tomamos de la mano entrando al hotel.

-Hola buenas. Hice reservacion para una suite. - la recepcionista da unos vistacios al ordenador.

-Nombre?

-Andrés Denver - la recepcionista levanta la cabeza y le sonríe. Maldita.

-Ohh señor Denver, sí. Aquí tiene su reservacion. Espero que la disfruten. - cuando entramos en el ascensor.

-¿Porque no me lo habías dicho?

-Solpresa. Mi amor. - me pone contra la pared besandome subiendo mi vestido hasta la cintura. Siento un pequeño timbre sonar y es del elevador. Intento separarme de él.

-Andrés.. Andr-me cierra la boca besandome. Cuando me doy cuanta su beso a parado y el me esta mirando sonriendo. Me agarra de la mano y saliendo del elevador.

-Prepárate para unas de tus mejores noches con este italiano.

-Uyy eso suba tentador.

-Lo es.- entramos en una suite inmensa totalmente blanca llena de cristales alrededor dejando ver todo el paisaje verde. Estoy para caerme muerta

-amor... Esto es hermoso. - siento como se pone detrás mía arodeandome con sus brazos haciendo que me acerque más a él.

-No tan hermosa como tu. - Me giro quedando de frente.

-Te amo ¿lo sabes? - me da un casto beso en la coronilla.

-Lo se. Yo también te amo mucho. - me quita el vestido rápidamente rompiendo mi sostén. Me quedo casi helada.

-Esto fuera.- dice rompiendo también mi tanga. Que mania tiene con romperme la ropa interior. Al tenerme totalmente desnuda a su merzer. Me agarra de los muslos enredandome en su cadera. Me pone despacio en la cama mientras veo que él se quita la camiseta, los vaqueros y los boxers. Ambos quedamos desnudos con la respiración agitada. Entra en mi despacio llenandome por completo haciendo que la piel se me erize.

-Joder, eres perfecta y mía. - entra y sale repitidas veces. Cuando siento que sale de mi me agarra de la cintura y me voltea quedando mi culo en su miembro. Me agarra de la cadera y me coloca para penetrarme con firmeza y desdén.

-¿De quien eres, _____?
Me cuesta respirar tengo el cerebro apagado. Él me da una fuerte nalgada.

-¡¿De quien coño eres?!

-¡Tuya, joder, tuya!- se maraña mi cabello en su mano estirando un poco hasta que su boca esta con la mía mientras sigue con sus envestidas.

-Exactamente, señorita.

NO MATARME.
NOS VEMOS PRONTO

TuyaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant