-Hola, Ashley ¿Cómo estás?- Es la chica que estaba con él en el restaurante en día que fui a cenar con, Dan. La rabia me consume. Veo que sigue teniendo el pelo de peluca, y sus pintas de pija barata. Ella me mira de arriba a bajo y vuelve la mirada en, Andres. La puta le sonreí tocándose la peluca.
-Muy bien, cariño ¿Y tú?- me mira de nuevo.
-De maravilla. Comprometido y esperando un hijo.- ¡Toma ya! Su cara es un poema ve nuestras manos entrelazadas.
-Vaya... Qué alegría me da. Yo pensaba que tú y yo íbamos a durar más en lo nuestro.- ¡La mato! Veo que, Andrés se tensa de pies a cabeza.
-Ashley, te importaría tener un poco más de respeto hacia mí y a mí prometida. No seas vulgar con tu vocabulario.- no me quedo tranquila con eso la sangre me arde.
-Tranquilo, Andres. Ya se le nota que es una perra y como no sabe mantener su hocico cerrado ladra. Si me haces el favor de alejarte unos buenos kilómetros de mi, para que no te parta la cara y sacarte toda esa silicona que tienes.- Ella va hablar pero, Andres la detiene.
-Ya has escuchado. Haz el favor.- la chica se va sin rechistar:- Amor... Siento esto.- niego con la cabeza.
-Shhh... No quiero hablar de esto ¿Si? Solo quiero comer. Tengo hambre, Andres.- le digo como una niña. Él sonríe con esa hermosa sonrisa que me tiene más que loca.
-Te amo, ¿Lo sabías?- me agarra con la mano que tiene libre la cara y me acerca a él, yo asisto.
-Yo también te amo, mi amor.
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Tuya
Romance-¿De quien eres, _____? Me cuesta respirar tengo el cerebro apagado. Él me da una fuerte nalgada. -¡¿De quien coño eres?! -¡Tuya, joder, tuya!
