Capitulo 5

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Abro los ojos lentamente, y lo primero que veo es, Andrés de espaldas totalmente desnudo parece que está buscando algo.

-Bonitas vistas.- Él se voltea lentamente.

-Esa palabras fue mía cuando amaneciste la primera vez aqui ¿Recuerdas?- yo asisto como una niña. Él se acerca a la cama hasta que está en ella se sube encima mía sin aplastarme.- Te tenía como ahora. Hermosa y totalmente desnuda para mi- me besa un pezón.

-Sí te digo lo que yo pensé...- el muerde mi pezón.

-Tienes las tetas mas grandes- me  las toca como si algo asombroso se tratará.- Yo sé qué pensaste que soy un hombre totalmente follable.- ruedo los ojos.

-Aparte de eso... Me pareció muy grande y lo primero que me vino a la mente fue un bastón mágico.- el me mira con un ceño bastante divertido.

-¿Estas hablando de mi polla?

-Sí. Muchas veces he pensado que no nos conocimos de la mejor forma.

-Cariño, a veces las cosas buenas no vienen de la mejor forma.

-¿Qué pensaste de mi?- me da un pico en la boca.

- Que tenías que ser mía.

-Y lo fui...- él asiste.

-Lo eres, mi amor. ¿Que tal si nos vamos a casa de tus padres? Ayer le compré un vino italiano a tu padre que va ha flipar ¿Que te parece?

-Me parece estupendo. Aunque quisiera algo antes...

-¿Quieres que vaya al MacDonalds a por patatas?- río. Que pena me da el pobre lo tengo amargado con tener que ir al MacDonalds con mis antojos.

-No, mi amor.

-Y dime ¿Que quieres mi Reyna?

-Un mañanero.- él sonríe con felicidad.

-¡¿Como no pude embarazarte antes?¡- chilla mirando al techo.- Con mucho gusto, señorita.




-_____, ya te dije que si quieres puedo ir para allá y cuidarte a ti y al bebé.- dice mi madre preocupada por mi el día que nazca mi pequeño.

-No sé, mamá lo más seguro te llamé a cada rato y tengas que venir.

-No es fácil tener un bebé, cariño- me da un beso en la mejilla. Las dos agarramos platos llenos de comida para ponerlos en la mesa, dónde se encuentran mi padre y Andrés hablando de coches.

-Y como te va con el trabajo? ¿No te sientes más cansada?- dice mi padre cuando ya estamos todos sentados en la mesa.

-Un poco, pero creo que lo normal de tener un bebé de casi cinco meses.

-Yo le dije que lo dejara yo la puedo mantener perfectamente.- Eso lo vamos hablando muchas veces y siempre terminamos discutiendo.

-Hija, creo que Andrés tiene razón, al menos estás en casa en el embarazo.

-Mamá tu bien sabes que me encanta mi trabajo, y no lo voy a dejar por un embarazo. Tampoco quiero que, Andrés me mantenga.- Andrés me traspasa con la mirada, mantiene su mirada fija y totalmente sería.

-Soy tu novio, y el padre de tu hijo, y los quiero mantener a los dos y todos los que vengan.

-Yo entiendo a, _____. Yo era exactamente igual con tu padre.

-Andres yo sé que lo haces con tu mejor intención, pero mi hija tal vez se siente más cómoda manteniendo ambos a su hijo.- dice mi padre. Él se limita a mirarlo atentamente y asiste.

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