El mejor amigo y la novia

Start from the beginning
                                    

Siete de la noche. Tengo llamadas perdidas de los dos hermanos Mendes y una de Karen. Oh no, probablemente piensen que soy una mentirosa e irresponsable.

Me paro de golpe y sobo mis ojos en un intento de quitarme la cara de sueño que debo de llevar ahora mismo. Marco el número de Karen mientras busco algo de ropa en mi maleta y al tercer timbre, su voz se hace audible.

—¿Sam?

—Karen, de verdad lo siento. Me quede dormida, no me sentía bien y- —Hablo rápido como intento de excusa pero me corta.

—Oh, no te preocupes cariño. —Su voz es dulce y tan maternal, que por un segundo siento que el asunto entre Brian, Shawn y yo, no es real. —Shawn ya me ha dicho que le avisaste que te sentías mal. Estamos abajo, en el comedor, por si quieres venir, en unos diez minutos estaremos por salir, iremos a conocer un poco.

Asiento, pero sé que no me ve y le digo que en un par de minutos estaré ahí.

Me pongo un short de jean y una camiseta roja corta, me coloco mis zapatillas diarias blancas y cojo mi iPhone antes de salir.

Cuando llego, les doy mi mejor intento de sonrisa y tomo asiento en las única silla vacía, al costado de Shawn. Siento su mirada en mí todo el tiempo y es mayormente por esa misma razón que no digo casi nada durante los minutos que estoy ahí. Finalmente, Manny nos avisa que el transporte que nos llevaría ya llegó, y está afuera esperando por nosotros.

Todos salimos y nos adentramos a la camioneta negra.

Le pido a Karen si puedo ir adelante y a pesar de que no sé ni una sola palabra en Portuguese, saludo al conductor en inglés y él me responde en su idioma.

La familia Mendes va atrás mientras que Manny le habla al piloto y ambos ríen de vez en cuando. No los entiendo para nada, pero para disimular mi decaimiento, río y sonrío como si nada estuviera mal en estos momentos.

Cuando llegamos, el conductor aparca en un lado de la vereda para que podamos bajar. Le agradesco y me bajo. Espero a que los demás lo hagan también y finalmente la camioneta arranca y desaparece entre el tráfico.

—Adoro este lugar. —Manny empieza a decir con una sonrisa impregnada en su rostro. Observo a mi alrededor. Es muy bonito, a decir verdad. Las calles están bien iluminadas y todo tiene color, a pesar de ser de noche. Es un ambiente vivo, divertido, muy llamativo, bonito de ver. Me dan ganas de sentarme en las gradas y no moverme de ahí, admirar todo lo que pueda y no volver a Canadá.

Si eso implicaba no verle la cara ni la rubio ni al moreno, entonces podría considerar la idea en serio.

Empezamos a caminar, yo solo sigo a Karen y a Manuel, que van delante. Observo a la gente pasar por mis costados. Aún hay niños jugando y correteándose entre ellos, lo que me hace reír. Al menos ellos no tenían el corazón en la boca por los nervios, solo eran niños.

Voy tan distraída que no noto a Shawn ponerse a mi lado. No me dice nada, como si quisiera que no me diera cuenta de lo que está haciendo. Así que, para de una vez ponerle fin, suelto lo primero que se me viene a la mente.

—Gracias por mentir por mí. —Digo esperanzada en que sepa de que hablo.

—Es lo menos que podía hacer. —Entiendo a lo que se refiere, a pesar de eso, me hago la desentendida y frunzo las cejas. —Sé como te sientes, y Sam, de verdad que-

—No, espera. —Lo corto a mitad de su discurso. Pero es que de verdad no me siento lista para hablar de esto. —No sabes nada, Shawn.

Me alejo de él y me acerco a Aaliyah que está unos pasos más adelante. He sido ruda, lo sé. No puedo evitar mostrarme así después de lo que pasó. ¿Que puedo decir? Es mi forma de defensa, así soy.

One Shots (Shawn Mendes)Where stories live. Discover now