Tal idea estaba completamente descartada para los jóvenes, sin embargo eso no evito que ellos usaran la oportunidad para analizarse el uno al otro. Ya que también existía la posibilidad de que fueran rivales en los exámenes.

Un vistazo de Menma con su Sharingan, le sirvió para dar con información primaria del equipo 7, específicamente de su "hermano" y la chica. Ambos contaban con un chakra acorde para un aspirante a chunin, lo cual para él resultaba algo de risa, aunque no tanta como las caras de dudas que mostraban. No podía culparlos, sabía que ellos dos caerían con rapidez. Solo se había tomado la molestia de analizarlos porque su pronta eliminación facilitaría que luego tuviera el poder de derrotar a su hermano, quien era la única amenaza que el percibía.

Sasuke hizo lo mismo con su doujutsu. El Chakra de los gemelos era sencillamente monstruoso. Pensar en que posiblemente tendría que enfrentarse a ellos hacia que se estremeciera. Trataba de no pensar en el asunto, pero una sensación de ahogo evitaba que no les prestara atención a los presentes. Se sentía como cuando alguien te está mirando, pero a un nivel mucho mayor.

Un espectador podría afirmar que la responsable de eso era Natsumi, quien usaba su Byakugan para escarbar en sus víctimas, pero ella no era la responsable.

Claro que eso no quería decir que ella uso el viaje para dedicarse a examinar cada centímetro de los cuerpos de sus rivales. Ella buscaba cada herida, cada cicatriz, cada imperfección. Todo lo que sirviera para propinar un golpe que rompiera por completo sus defensas.

En el equipo 7 fue poco lo que pudo apreciar. Algunos atribuirían eso a falta de experiencia en batalla por parte de ellos, pero la chica sabía que ese no era el caso. Seguramente su hermano los había llevado a rastras tomando para si todo el trabajo y ella sabía que su cuerpo no podía ser herido por los medios convencionales.

Los pensamientos de Sakura sobre los gemelos eran bastante claros, ellos daban miedo. Pero no como Naruto, cuyas habilidades simplemente desafiaban la lógica. Ellos despedían un amasijo de malas intenciones que le decía que ellos no tendrían ninguna duda en matarla a ella y su equipo si se les daba la oportunidad.

Setsuna no tenía que ser una psíquica para saber en qué pensaba la pelirrosa y podía darle toda la razón. Menma y Natsumi no eran personas en las que se podía confiar. Esperaba fervientemente aprobar el examen y convertirse en chunin para así poder para trabajar con otros equipos, lejos de esos dos.

Naruto no necesitaba observar a nadie para hacer su propio análisis. Su habilidad para sentir el Chakra se había vuelto lo suficientemente sensible como para descifrar la naturaleza de las personas con solo ver su energía interna.

La vista que obtuvo de sus hermanos no fue nada agradable. No es como si él tuviera las manos limpias, pero la sensación que brindaban ellos era demasiado sanguinaria y fría. Cualquiera podría atribuirle esos rasgos al Kyubi en su interior, pero Naruto supo separar ambas presencias. El zorro si emitía una fuerte intención asesina acompañada por un gran odio, pero esto era completamente ajeno a los mellizos. Especialmente con Menma, cuyo Chakra era muy oscuro. El de Natsumi se sentía algo raro, pero Naruto no supo descifrar de qué se trataba.

La gran diatriba que Naruto tenía era que presumía que ellos estaban relacionados con sus visiones. Presumía que estas le estaban mostrando un futuro cercano en donde Menma los atacaría a él y a sus compañeros.

Era ridícula la idea de que Menma sería capaz de vencerlo, pero tomando en cuenta que posiblemente dudaría al momento de atacarlo, Naruto empezaba a creerse en la inevitabilidad de ese futuro.

No podía simplemente sentarse a hablar con ellos y esperar que cambiaran sus actitudes, pero tampoco podía lastimarlos. Su madre aun tenía esperanzas para sus hijos y Naruto no quería ser quien las quebrara.

Naruto el remolino relampagueanteWhere stories live. Discover now