-Paso todo tal cual como lo dije. El Kushala Daora llego al bosque buscando pelea y yo se la di-dijo Naruto, quien en efecto relato todos los detalles del encuentro. Ni siquiera se molesto en ocultar el hecho de que el dragón se había referido a él y Sasuke como sus objetivos.

-¿Estás seguro? ¿No hablo sobre algo referente a tu identidad?

-Solo esa tonta tendencia a llamarme Asura.

-Qué alivio.

-¿Por qué? ¿Sucede algo malo?

-Nada de lo que tengas que preocuparte, cariño- dijo la Uzumaki algo más relajada.-A todas estas, ¿lograste ver a tus hermanos?

-No tuve suerte. Como siempre se mantienen apartados.

-Esto es indignante. No puedo perdonarme el dejar a mis bebes en manos de esas escorias.

-Se que esos del Consejo tiene la culpa, pero tienes que tomar en cuenta que Menma y Natsumi han tomado sus propias decisiones.

-Lo sé, pero no puedo rendirme con ellos. Sé que puedo hacer que vuelvan a ser los mismos entusiastas que eran antes.

-Yo también extraño su forma de ser, pero no creo que ellos vuelvan a ser los mismos.

-Tienes que tener confianza. Puede que un milagro pase y ellos vean que está mal su comportamiento. Rezo mucho por ello-dice la mujer poniendo las manos juntas.

-Creer que alguien en el cielo va a solucionar tus problemas con solo pensarlo es algo tonto.

-Por favor, hijo. ¿Qué cosas dices? Tienes que tener fe en que todo es posible.

-La tengo, pero igual pienso que es estúpido creer que alguna deidad va intervenir en asuntos mortales voluntariamente.

-Lo que tú digas- le respondió Kushina con una gota en la sien. -Por cierto, me contenta escuchar que pudiste trabajar en equipo con tus compañeros.

-Sí, nuestro oponente resulto ser más duro de lo que espere y me agrado ver que al final tuvieron el valor de intervenir en la pelea y darme una mano. Espero que pronto acepten a entrenar conmigo. Hay un par de cosas que quiero enseñarles.

-Seguramente aceptaran. Ya deben tenerte mucha confianza.

-El único problema es que Sakura está algo molesta conmigo. Rompí una taza del restaurante al que nos invito y piensa que fue una especie de insulto o algo. Creo que debí explicarle que esa es mi forma de expresar cuando algo me gusta- dijo Naruto, a lo que su madre se rio un poco. -¿Qué es tan gracioso?

-Nada importante. Es que no puedo evitar recordar que yo también pensé lo mismo cuando tu padre probó el ramen, dijo que nunca había probado un platillo tan bueno.

-¿En serio? Pensaba que a Minato no le gustaba ese platillo- dijo el chico provocando que la pelirroja quedara paralizada al darse cuenta que había metido la pata.

-Lo siento. Me refería a nuestra juventud, luego fue que empezó a no gustarle- dijo ella defendiéndose.

-Olvídalo. Mejor me voy a entrenar.

-¿No se te olvida algo, jovencito?

-Oh cierto. Se me olvido comentarte sobre cómo cambio mi espada-dijo el chico mostrando el arma de bronce.

-Eso es muy interesante, pero me refiero otra cosa.

-No entiendo.

-¿¡QUE RAYOS LE PASO A TUS OJOS!?-reclamo la mujer mientras nueve mechones de su cabello se levantaban súbitamente.

Naruto el remolino relampagueanteWhere stories live. Discover now