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✿°̥࿐❛Me haces ponerme de rodillas, me haces testificar, puedes hacer que un pecador cambie sus costumbres, abre tus puertas, porque no puedo esperar a ver la luz, y justo ahí es donde quiero estar.❜
Odiaba a Shawn Mendes.
Odiaba absolutamente todo sobre él.
Odiaba su comportamiento arrogante y narcisista, cómo se toqueteaba así mismo en clase constantemente, pero sobre todo, el como siempre parecía hacerme el objeto de sus bromas.
No era exactamente intimidación, ya que yo podía más que defenderme, y a menudo lo hacía con respuesta como: que se fuera a la mierda y se metiera un consolador por el culo, pero sus constantes bromas e idioteces se volvían cada vez más agotadoras.
Lo peor de todo eso, era el aborrecer lo innegablemente atraída que estaba por él.
No tenía ningún sentido que me permitiera desarrollar sentimientos por aquel arrogante bastardo, pero a pesar de todo, sucedió. No sabía si lo sabía o no, pero mantuvo su actitud de todos modos.
Lo ignoraba la mayor parte del tiempo, tratando de decirme a mí misma que estaba siendo irracional y que ningún contacto era bueno, pero nunca podía dejar escapar la oportunidad de avergonzarlo de la manera en que él trataba de hacerlo conmigo.
Tal oportunidad llegó un día cuando estaba poniendo mis libros en mi casillero, preparándome para ir a mi clase de arte, una clase en la que a menudo encontraba consuelo.
Me di cuenta que estaba caminando por el pasillo por la odiosa cantidad de ruido que comenzó a crearse, pero no esperaba exactamente que se apoyara en los casilleros de metal para hablar conmigo.
—Hey, Katherine— dijo, sonando extrañamente bien.
Lo miré con astucia, sabiendo que esto podría ser otra cosa que intentaba para hacer reír a sus amigos imbéciles.
Me sonrió, tomando mi falta de habla como una continuación para continuar.
—Creo que deberías ayudarme en esa clase de Cálculo— sentenció, mirando sus uñas como si no fuera gran cosa.
Dejé salir una risa echándole una Mirada.
—¿Y por qué lo haría? Por favor. ¿Crees que consideraría hacer algo así por tí?— pregunté sarcásticamente.
Creía que lo estaba haciendo bastante bien en esa clase, honestamente. Fue sólo otra cosa que me molestó de él, cómo tenía tanto talento natural, pero lastimosamente lo desperdicia haciéndose el tonto en clases.
—Bueno, honestamente, estoy teniendo problemas para concentrarme en esa clase. —respondió mientras me echaba un vistazo de arriba a abajo, con la misma sonrisa en su cara.
