ੈ･❝A L L I W A N T F O R C H R I S T M A S I S S H A W N❞ ೃੈ
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✿°̥࿐❛Presióname contra la pared, no te lo tomescon calma; a tí te gusta duro igual que a mí, es lo que necesitas. Desnudémonos y exploremos nuestros secretos más ocultos.❜
⊱❪ALEX'S P.O.V❫⊰
Lo observé levantarse del sofá, el estómago me dio un vuelco al verlo tan masculinamente erecto, era la pasión andando, su mirada se encontraba penetrada de erotismo, era simplemente masculino, fuerte e iba por mí.
Sus brazos rodearon mi cadera fuertemente, su cara se escondió en mi cuello, su abdomen y erección se pegaron a mi trasero. Me aplastó contra la pared, mientras sus manos subían por mi estómago hasta mis pechos.
Contuve el aire en mi pulmones, cuando sentí la tela desgarrase entre mis pechos, me había jodido el sostén. Iba a protestar cuando sus dedos envolvieron las aureolas de mis pezones, haciéndome olvidar hasta de cómo hablar. Su risa resonó en mi oído, su aliento envió miles de sensaciones por mi cuerpo.
—Veamos cuan húmeda está mi mujer por mí. —gruño contra mi oído para después morderme, me mordí los labios conteniendo un jadeo.
Sus dedos me acariciaron encima del fino encaje que cubría mi coño, la humedad empapaba la tela al igual que su mano. Siguió acariciándome, mientras mordía sin piedad mi hombro derecho, me sostuve de la pared cuando mis piernas comenzaron a temblar alertándome del orgasmo que se encaminaba. Su mano libre volvió a mi pecho, pellizcando mi aureola, llevándome a ese nivel de dolor-placer que tanto me gustaba.
—Puedes llegar, amor. —su voz ronca y dominante, fue lo que desató mi primer orgasmo, sus dedos se volvieron más duros y rudos contra mí, alargando el placer que sentía. —Buena chica, y como toda buena mujer, va a obtener su premio.
La mano que acariciaba mi coño, se envolvió contra la tela, tiró de ella hasta que se desgarró, lo siguiente que oí fue el ruido de su cinturón, cierre y tela siendo jalada.
Hasta que lo sentí contra mí, duro, caliente y listo. La cabeza de su polla se presionó contra mis pliegues húmedos, mordí mis labios lista para su invasión, y ahí estaba ese dolor placentero cuando entró en mí, él era gigante, nunca llegaría a acostumbrarme a ese tamaño.
Jadee sin aire, echando la cabeza hacia atrás, me terminó de empalar contra la pared. Se quedó dentro de mí, tanto tiempo que me estaba volviendo loca si no se movía. Levanté las caderas, resbalándome fuera de su polla, para recibir una dura embestida.
—No trates de sacarlo de su lugar, le encanta estar dentro de tí. Como a tu coño le gusta que lo estire y lo llene. —su vocabulario sucio y pervertido era otra cosa que me encantaba del sexo con Shawn. Sabía qué decir y cómo decirlo.
—Por favor haz algo. —gemí sin aliento, su pecho se aplastó contra mi espalda, y pude sentir la tela fina de su camisa rosarme la piel. Sus brazos envolvieron los míos, colocándolos detrás de mi espalda completamente vulnerable y a su merced.
Era suya, podía usarme como quisiera.
Su cadera se movió al igual que su polla dentro de mí, comenzó con un ritmo duro y rudo contra mi centro.
Grité cuando su miembro golpeó mi útero, las lágrimas se amontonaron en mis ojos mientras seguía golpeando contra mí.
—Dí que te encanta, que te tome como una bestia. —gruñó contra mi cuello. —¡Dilo!
—Sí, sí, sí, si.... Tú sabes que lo amo. —giré mi cara para verlo mientras me mordía los labios.
No podía sostenerme más, mis piernas parecían de gelatina. Shawn envolvió un brazo por mi cintura y me levantó del piso, cargándome mientras el seguía dentro de mí, me llevó al sofá, me recostó sobre el reposabrazos entre mis piernas, la tela áspera rosaba contra mi clítoris, llevándome más alto.
Su caliente mano me golpeo mi glúteo liberándome al dejarme llevar, me corrí nuevamente entre sus brazos mientras él seguía montándome sin descanso, su polla entrando y saliendo de mí furiosamente.
—Ya no puedo más, Shawn, por favor...— grité, su cuerpo cubrió el mío de nuevo y sus embestidas se hicieron lentas pero duras.
Cerré los ojos, sintiéndolo dentro de mí, sus labios por mi espalda me estaban dando escalofríos.
—Solo una vez más, amor, tómame una vez más...
—No puedo, no puedo correrme otra vez... —sollocé al borde del clímax, mi cuerpo comenzaba a temblar, mi coño exprimió su polla dentro en mi interior a lo que dió como resultado un gruñido por su parte, le encantaba cuando hacia eso, así que lo hice de repetí.
—¡Joder! ¡Ahh! —Gruñó, su cuerpo colapso contra mí, pero aún así seguía bombeando dentro de mi lentamente hasta sentir los chorros de semen caliente dentro de mí.
Rió contra mi piel, salió de mí lentamente y se sentó en el sofá, me tomó de la cintura y me colocó en su regazo.
—Eso fue malditamente caliente. —peinó mi cabello hacia atrás dejando un beso en mi mandíbula, cerré los ojos y me acurruque contra su cuello. —Vamos a la habitación, necesito otra ronda.
Ahora fue mi turno de gruñir.
—Estoy hecha puré, corazón. —murmuré, los ojos me pesaban de sueño, estaba segura que no soportaría otra de sus rondas.
—Bien, pero por la mañana no te salvas. —pasó un brazo por debajo de mis piernas, cargándome fácilmente a la habitación. —¿En serio creíste que podrías contra mí? —susurró soltando una risita antes de caer profundamente dormida.
