━━ Ɗrꪱ᥎ᥱ ❪ ❕ ❫

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✿°̥࿐❛No me atrevería a decepcionarte

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°̥࿐❛No me atrevería
a decepcionarte.
No dejes que esa clase
se desperdicie.
Eres una reina pero
sin corona.
No todo es tan primitivo
pero estoy cediendo...

Me recargué en el asiento mirando afuera de mi ventana. Todo era tan relajante, tan normal. Algo que no he experimentado desde que comencé a salir con el chico de ojos mieles que tengo a un lado. Sonreí y volteé a mirarlo, es tan perfecto. Aún tengo dudas en cómo es que este chico pueda ser mi futuro esposo.

Mi cabeza aún seguía recargada, pero esta vez no dejaba de mirarlo. Su cabello castaño tenía su peculiar rebeldía. Sus hermosos y claros ojos mieles que de vez en cuando me miraban con curiosidad. Sus labios rosados y suaves moviéndose mientras me preguntaba:

—¿Quiéres escuchar música?— su voz era gruesa y profunda. Solo moví la cabeza y prendió la radio, de repente subiéndole el volumen a "Psycho" de Post Malone. Sonreí al notar sus peculiares gustos en música, tal vez eso también era una de las cosas que amaba de él. Se veía tan perfecto como en las revistas o programas de televisión. Era tan sencillo, era totalmente opuesto de un chico mujeriego. Una de sus grandes manos estaba en el volante, mientras la otra rosaba su labio, pero después regresó a mi pierna.

De repente, dejó salir una carcajada mientras comenzaba otra conversación, y simplemente sonreí al escuchar cuán entusiasmado contaba su pequeña aventura con uno de los chicos de su banda. De repente dimos una vuelta, la cual lo hizo voltearse un poco, revelando su pecho y me mordí el labio. Noté lo que estaba usando hoy, llevaba esa camiseta que le había regalado hace un año en su cumpleaños. Noté lo pegado que estaban las mangas de los brazos, mostrando lo grande que eran sus bíceps.

Maldición. Hormonas de mierda.

Me mordí el labio.

—Shawn.

No sé qué mierdas estaba por hacer, pero últimamente mis hormonas han estado algo alborotadas. Shawn también lo había notado por mis cambios de humor o porque llegábamos a tener relaciones constantemente. Yo me imagino que es porque mi periodo ya estaba por venir.

—¿Si? —respondió con una gran sonrisa. Sin decirle otra cosa, puse una mano en su entrepierna sintiendo su bulto. No erecto, pero lo estaría en un momento. El castaño me miró de reojo algo alarmado, dejándolo sin aliento mientras lo miraba y relamía mis labios. —¿Q-qué estás haciendo?.

Rodé los ojos y sonreí.

—Tú maneja.

Miré a mí alrededor y noté que no había nadie. Estábamos en una carretera sola en medio del bosque. Después de todo, ir a acampar no sonaba tan mal. Shawn, dejó salir un gemido cuando dejé de tocarlo para quitarme el cinturón. Rápidamente me agaché y comencé a desabrochar su pantalón. Comencé a frotar su miembro sobre su ropa interior, podía sentir lo grande que era, estaba duro y erecto.

—N-no podem... —comenzó pero terminó dejando salir un sonido placentero cuando saqué el miembro de sus bóxers. Noté la punta algo irritada al ver lo roja que estaba, podía ver algunas venas resaltarse al tocarlo, ocasionando que Shawn moviera su cintura en desesperación. Estaba duro cuando lo tomé, ni siquiera podía envolverlo completamente con mi pequeña mano. Sonreí al ver lo que podía causar mientras gemía. Lentamente, subí mi mano de arriba a abajo, mientras lamía la punta.

—¿Quiéres que me detenga?— Le dije seductoramente, deteniéndome para mirarlo hacer una mueca en disgusto. Él seguía manejando. Su respiración era lenta, sus ojos de repente estaban oscuros y sus labios estaban hinchados de tanto morderlos. Podía ver como se resistía por verme de esta manera, especialmente cuando yo soy la que está tomando el control. Usualmente, él me domina en la cama.

No hoy, bebé.

Sonrió.

—No, sigue.— Sin dudarlo, una vez más metí su miembro en mi boca, lamiendo cada centímetro de su larga erección. Dejó salir un gruñido mientras me tomaba del cabello, tratando de mover mi cabeza más rápido, pero yo seguía torturando al hacerlo más despacio. —Maldición, tu boca se siente tan bien.

Seguí moviendo mi cabeza pero esta vez incrementando la velocidad, tomé la base de su miembro frotándolo de arriba a abajo ya que no cabía todo en mi boca.

De repente, el oji-miel comenzó a tomar el control. Noté que el carro no se estaba moviendo ya. Sentí sus manos tomarme del cabello e incrementar la velocidad, algunas veces ahogándome cuando comenzó a mover sus caderas. Sentí mis bragas mojarse al solo escucharlo gemir de una manera tan sensual, sabía que estaba a punto de venirse, así que lo saqué de mi boca y comencé a hacerlo con la mano con más velocidad, lamiendo solo la punta con mi lengua.

—Oh, sí-sí más rápido. — Tartamudeó mientras tiraba su cabeza hacia atrás, mostrando algunas venas resaltarse en su cuello. Cerró los ojos mientras se mordía el labio, podía ver su frente sudar, su respiración acelerarse, miré como sus manos tomaban el volante con fuerza. Rápidamente metí su miembro en mi boca otra vez, juro que si llegaba a mirarlo un segundo más así, terminaría viniéndome yo. Justo cuando mi lengua tocó su miembro, sentí el líquido salado y viscoso disparar en mi boca. Al mismo tiempo que dejó salir un gran gruñido. —Oh, ¡mierda!

Sin dudarlo me pasé el líquido mientras miraba a Shawn con una gran sonrisa satisfecha en su rostro. Él aún tenía los ojos cerrados, sus mejillas estaban sonrojadas, su cabeza aún recargada y su respiración normalizándose.

—No te preocupes— sonrió abriendo los ojos —en casa te recompensaré.

Moví los hombros hacia arriba —¿Crees superar lo que acabo de hacerte?

Se quitó el cinturón y tocó mis labios, lentamente bajando, pasando por mi cuello, hasta caer a mi camiseta algo abierta revelando algo de lencería. Se acercó a mi cuello deslizando su lengua mientras me mordía, ocasionando que dejara salir un gemido, al mismo tiempo que me mordía el labio para contener otros sonidos. —Yo cuidaría lo que digo, recuerda lo que pasó la última vez.

Mis mejillas se ruborizaron y lo empujé mientras se reía, ya que su mano se estaba acercando más y más a mi parte íntima. Si terminaba haciéndome algo, no podría contenerme y terminaría montándolo en el carro. —Solo maneja.

Dejó salir una carcajada mientras se metía su miembro al pantalón. Noté el gran bulto que se le hizo al acomodárselo y él río.

—¿Qué? No es mi culpa que tu lencería y en la forma que tu cuerpo reacciona a mí, me haya excitado otra vez.

—Y, ¿yo soy la calenturienta?

Me acabaste de dar la mejor mamada de mi vida, —dijo entre risas —en medio de la nada.

—Olvídalo, no contestes eso.

Sonrío coquetamente y dijo con un guiño al último.

Quién diría que esa boquita podría hacer eso.

Mis mejillas se ruborizaron aún más.

Maneja.

©xCheekyStylesx

❛ᥕꪱᥣd ꦒᥱᥒdᥱ᥉❜ ✧ ᥆ᥒᥱ ᥉h᥆ƭ᥉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora