¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✿°̥࿐❛Tenemos toda una noche, ¿no la vivirás conmigo? Tenemos toda la vida, pero vivir no es barato.❜
—¿Papi? — escuché una voz algo aguda. Volteé rápidamente viendo que la pequeña Darcy se había levantado. Sus risos castaños alborotados, sus pequeñas manos tallando sus ojos antes de mirarme con esos hermosos ojos mieles que sacó de su padre.
Suspiré mientras caminaba hacia ella.
—Cariño, ¿por qué estás despierta?— susurré mientras la cargaba en mis manos. Ella me miró con unos ojos algo mojados, sabía que había llorado. —¿Tuviste una pesadilla?
—Si — la pequeña de 5 años dijo e hizo un puchero. Caminé hacia la cocina y miré el reloj. Apenas eran las 5 p.m., no tardaría en llegar su padre del trabajo.
—¿Quiéres que te haga una malteada de chocolate? — usualmente no trabajo los sábados pero el señor Mendes dijo que me pagaría extra por ayudarle a cuidar a su hija tiempo completo este día, ya que la guardería se encontraba cerrada los fines de semana. No era la primera vez que cuidaba a la pequeña Darcy.
Ella sonrió y movió la cabeza en afirmación. La senté en la barra de la cocina, sus pequeñas piernas colgando mientras las movía. Rápidamente caminé hacia el gabinete y saqué su vaso favorito, tenía algunas calcomanías pegadas alrededor de diferentes princesas. Una vez que saque la leche y la calenté un poco, le agregué el chocolate en polvo junto a otros ingredientes. —Ten, cariño.
—Mami, ¿puedes dormir conmigo?— dijo, mientras comenzaba a tomar su malteada.
Mis mejillas se ruborizaron, no era la primera vez que me llamaba de esa manera.
—Claro que sí, cariño.— contesté besando su frente.
No era capaz de decirle que me dejara de llamar así, se que extraña a su madre. Miré a la pequeña pensando, ¿quién sería capaz de dejarla?
El señor Mendes es padre soltero, desgraciadamente su mujer lo dejó con la niña cuando solo tenía 2 años.
Desde que ella se fue, Darcy a veces tiene pesadillas, casi siempre por lo que ella me ha contado, su padre dejándola al igual que su madre lo hizo. Lo que me sorprende aún más es que el señor Mendes nunca habló mal de su madre con ella, siempre le dijo maravillas de ella y mentía al darle diferentes razones por las que se había marchado. Él ha pasado por mucho, aparentemente la mujer lo dejó por falta de dinero y se casó con un multimillonario, que le doblaba la edad pero para ella eso no fue un problema.
—¿Ya llegó papi? — dijo la pequeña dejando su vaso semi terminado a un lado de ella. Sus grandes ojos mieles llenos de felicidad me miraron, sus labios color cereza se elevaron mostrando una increíble sonrisa.
