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✿°̥࿐❛Dime lo que quieres oír, algo que iluminará tus oídos, estoy enfermo de toda la falsedad, así que voy a revelar todos mis secretos... ❜
—¿Ya llegó el Señor Robinson? — mi jefe dijo mientras veía algunos papeles a su alrededor. Por un momento me quedé admirando su belleza, desde sus labios rosados al hablar lentamente a sus grandes manos que ahora sostenía su taza de café negro.
Sus hermosos ojos mieles cayeron en los míos y rápidamente reaccioné a su pregunta.
—Uh, aún no —miré mi agenda. En letras pequeñas decía "Señor Robinson, cambio de horario: 6 p.m."
Genial. Saldré un poco más tarde de lo usual hoy.
—De hecho, cambió.
—¿A qué hora? — pasó una mano por su cara antes de dejar salir un suspiro.
Lo ví y noté que lucía cansado y estresado.
—Seis. —respondí, algo intimidada por su cambio de humor. Usualmente está de buen humor, de hecho es la única persona amable en este edificio. Después de todo es el hijo de mi ex-jefa, Karen. Era simplemente un amor.
Él sacó su celular de su bolsillo. Ahí es cuando decidí que lo mejor era dejarlo solo. Tal vez necesitaba espacio o tie...
—Aún no te retires. — me dió una mirada rápida antes de colocar su celular contra su oreja. Su semblante cambió, su rostro mostraba felicidad al escuchar una voz del otro lado del aparato. Su voz era calmada, suave y lenta comparado a cuando está negociando con varios empresarios.
—... Lo lamento. — puede ver algo de tristeza en sus ojos.
Decidí concentrarme en mis notas pero no puedo evitar mirarlo una vez más, mientras él seguía disculpándose con quien sea que estaba hablando. Tal vez otra chica a quien agregar a su lista.
"Él a estado saliendo con una cierta peliroja, cariño. Ten cuidado." Las palabras de Valery resonaban en mis oídos al recordar la plática que tuvimos semanas atrás.
—Al menos dejame expl... —alzó la voz interrumpiendo mis pensamientos. —Genial, me colgó. Hanes, necesito que canceles todas mis juntas.
"Una vez más, escogiendo el trabajo en vez de su pareja. Típico." Podía escuchar la voz de Valery decir al contarle lo que paso esta vez.
—Listo, señor Mendes. — hablé viendo mi agenda para revisar si no tenía una junta importante la cual no podía cancelar. Es algo olvidadizo, que puedo decir.
—Hanes. —su voz salió algo juguetona. —Ya te dije que me digas Shawn cuando estemos solos. Detesto escuchar el apellido de mi padre.
—Cierto, Shawn. —respondo mirándolo al rostro esta vez.
