Rivals AU | Thiam {Español}

16. Avanzando

  Theo se había bañado rápidamente, limpiando lo último del sudor y los sentimientos negativos del incidente en la cafetería y sus pesadillas. Corrió al agarrar las cosas que necesitaría por el día, aunque calladamente para no despertar a su padre, quien en ese momento estaba dormido en el sillón abajo, y tomó su tiempo admirando la única razón por la que había arriesgado ir a casa.

  La camiseta marrón era un poco ajustada en él, pero igual le quedaba. Lo que lo emocionaba era el grande número cinco al frente y atrás, el número cinco que él había estado rastreando y molestando desde que le habían dado el número. El mismo número cinco que también tenía «Dunbar» impreso en la espalda.

  Él pintó una mala expresión en su rostro para las apariencias una vez que llegó a terreno del colegio, pero lo que nadie nunca sabría era que él había sonreído como un idiota todo el camino hasta ahí, sintiéndose extrañamente feliz de que tenía una pieza de Liam que llevar con él todo el día.

  Los pasillos estaban llenos de estudiantes como siempre, unos cuantos atletas estaban en la multitud usando la camiseta que les fue delegada por sus respectivos entrenadores. Le asintió a algunos de sus compañeros de equipo en su camino a su lugar normal en la biblioteca, ojos escaneando los llenos pasillos todo el camino en búsqueda de un chico más pequeño vistiendo su número 9. Tristemente, nunca lo vio y trató de que la decepción lo afectara. Lo vería en el almuerzo y luego más tarde de nuevo en la presentación de jugadores conjunta que el colegio iba a hacer.

  La mañana se fue volando y, antes de que se diera cuenta, la campana sonó, señalando el almuerzo. Theo encontró que era el primero en llegar a su mesa esa vez, teniendo su elección de los asientos vacíos y decidió insertarse en el mismo que había ocupado el día previo, no queriendo herir su delicada tregua.

  Nolan fue el siguiente en llegar, luciendo como si hubiera estado llorando, y algo jaló las entretelas de Theo. El chico era tan tierno y de frágil aspecto, sus instintos protectores, que habían muerto con su hermana y luego de nuevo cuando tuvo que apartar a Liam para protegerlo, se animaron y él se encontró a sí mismo sonriéndole suavemente al chico.

  —Hola —dijo Theo suavemente cuando Nolan se hundió pesadamente en la silla a su lado. Los ojos de gacela subieron la mirada hacia él y algo en él se rompió, instantáneamente haciéndolo enojarse con quién fuera que había lastimado al chico. Nolan le dio una acuosa sonrisa y luego dejó caer sus ojos para juguetear con la camiseta que le quedaba un poco grande.

  —¿Estás bien? —preguntó suavemente.

  Nolan estaba a punto de responder cuando Gabe se dejó caer en su otro lado, haciéndolo cerrar su boca y luego cerrarse completamente. Theo miró a su «amigo» y vio que él no lucía mucho mejor, pero definitivamente le estaba yendo muy diferente que a Nolan y él no sabía por qué, pero quería golpearlo en ese momento. Él vio a Nolan tensarse cuando Gabe rozó sus manos. Theo hizo una mala cara, sin gustarle lo incómodo que Gabe parecía estar poniendo a Nolan.

  Enganchó su pie alrededor de la silla del chico y lo jaló más cerca a su lado, retando a Gabe a protestar con una mirada amenazante en su dirección, a lo cual el imbécil solo hizo pucheros, pero lo dejó ir. Theo atrajo a Nolan a una conversación insignificante sobre videojuegos, lo cual mejoró el estado de ánimo del chico, pero solo un poco. Él completamente se había perdido cuándo las otras sillas en su mesa se llenaron, a excepción de la que estaba a su derecha. Y ahí fue cuando la camiseta del número nueve que había estado buscando toda la mañana apareció en su línea de visión.

  Él vio el momento en que Liam se dio cuenta de que solo quedaba un asiento en la mesa, la que estaba a su lado. Algo brilló en sus ojos, algo viejo y familiar, y lo emocionó por un momento antes de que Liam lo bloqueara y controlara su rostro a la indiferencia. De seguro lo había visto, ¿verdad? La emoción y felicidad que habían florecido en su cara cuando vio a Theo… Él no había solo proyectado sus propios sentimientos, ¿verdad?