capitulo 37

3.3K 328 14
                                    

Cuando encontramos a los padres de Dean y a James estos están hablando con el padre de John, mis suegros están enojados mientras que el padre de John solo sonríe como si nada, Irina agarra la mano de James y se alejan del grupo como se había planeado, yo tengo que buscar a Meredith, camino por todo el lugar y cuando logro encontrarla está hablando, o más bien discutiendo con John, camino hacia ellos con firmeza y apenas sienten mi presencia guardan silencio.

—¿Qué está pasando, Meredith? —pregunté cruzándome de brazos.

—¿A qué te refieres? —preguntó mi hermana fingiendo ignorancia.

–No te hagas la tonta, estas muy vieja para eso —dije buscando molestarla, y lo conseguí.

—Tal vez este vieja, pero al menos no estoy llenándome de mocosos.

—¿Dónde está mi esposo? —pregunté de mala gana, más le vale que no se atreva a meterse con mis hijos.

—¿Tan desesperada estas por encontrarlo? —preguntó ella caminando hacia mí.

—Contigo no está del todo seguro —dije colocándome firme frente a ella.

—No te equivoques, Emily ¿Estas segura de que tu esposo está pasándola mal aquí? —me susurró al odio.

—Más que segura.

—Si eso piensas —se alejó de mi de golpe—. Tu esposo está bien, pero no se ha portado nada bien con nosotros, el muy desagradecido ha mandado a varios guardias al hospital.

—No sabes lo orgullosa me siento de mi esposo —dije con una sonrisa burlona.

—¿Quieres liberarlo o no? —preguntó ella apretando los labios.

—Claro que sí.

—Bien, pero solo lo haré con una condición —dijo ella con una sonrisa.

—¿Qué?

—Que beses a este pobre y solitario joven frente a todo el mundo —dijo señalando a John.

John abre los ojos como platos al igual que yo.

—Si no lo haces, no volverás a ver a tu esposo —dijo ella cruzando los brazos.

—Estoy casada y todos lo saben, eso no pasará—dije con rabia.

—Entonces yo de ti, le hago un altar a tu esposo y preparo un sepelio simbólico —empezó a retroceder—. Tienes hasta la media noche para aceptar o pasarás de estar casada a estar viuda.

—¡¿Cómo puedes permitir esto?! —prácticamente le grité a John.

—Te ves hermosa, Emily —dijo él con una sonrisa e ignorando mi pregunta.

—¡Ustedes están locos! —le espeté tratando de calmarme—, John, se sensato —me acerque a él—. Dean es mi esposo y no le seré infiel.

—¿Aún si su vida esta de por medio? —preguntó acercándose a mí.

—Sé que él no querría que hiciera algo así aun si esta su vida de por medio.

—¿Por qué lo escogiste a él? ¿Por qué él y no yo? ¿Es porque él tiene más dinero que yo? ¿Por qué tiene más poder que yo?

—¡No! no es por nada de eso —dije ofendida—. Fue atracción... desde el primer momento en que lo vi algo me atrajo de él y no fue solo su físico, simplemente no podía quitarle la mirada de encima.

—Me hubiera gustado que lo intentaras conmigo, así pude haberte echo cambiar de opinión.

—Me mentiste, acuérdate.

fuertes lazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora